Nazaret Tarjuelo Redondo es una joven natural de la localidad toledana de Villacañas de 30 años de edad y que se hizo cazadora por amor a su padre, fallecido años atrás y al que acompañaba de morralera en sus jornadas cinegéticas. Ahora, la caza es tal pasión para ella que se ha convertido incluso en campeona de Castilla-La Mancha de caza menor con perro, un título que obtuvo el pasado año en la localidad conquense de Las Pedroñeras.

Ahora Tarjuelo, que también es miembro de la directiva de la Federación de Caza regional en su delegación en Toledo, ha narrado a la redacción de Jara y Sedal su historia: está entrenando para el campeonato de España de caza menor que se celebrará el próximo 16 de octubre.

Las raíces de Nazaret en el mundo de la caza

«Mi vocación nace desde bien pequeña. Yo vengo de familia de cazadores; por parte de mi padre, todos son amantes del mundo cinegético y yo los acompañaba cada uno de los días que salían. Siempre lo he vivido desde muy cerca», comienza explicando la joven. «Mi padre falleció, y él iba con mi hermano de caza, que es mayor que yo. El hecho de perderlo me incentivó a hacerme cazadora, y desde hace seis años tengo en mí la afición más viva que nunca», explica Tarjuelo.

En la actualidad tiene una bretona, de nombre Lana, de dos años y medio, con la que caza cada fin de semana -además de diez hurones con los que ayuda a controlar la plaga de conejos que asola su localidad natal, en la que los agricultores tienen un grave problema-. De su perra destaca que es «una perra muy intuitiva; ambas estamos muy compenetradas y aprende muy rápido». Su especialidad es «el conejo, por supuesto».

Nos cuenta que tiene una escopeta de la marca Beretta y que, si bien no practica la caza mayor, sí ha acudido como morralera a algunas monterías.

Su experiencia en el Campeonato Autonómico en Las Pedroñeras

Otra imagen de la joven en una jornada de caza. © N. T.

Asimismo, Nazaret ha narrado a Jara y Sedal su experiencia en el Campeonato Autonómico en Las Pedroñeras: «Guardo un gran recuerdo. Iba a ciegas, muy nerviosa, y me tocó con un juez muy agradable; no pude estar más a gusto con él. Gané con bastante diferencia a mis compañeras, pero fue muy gratificante la jornada», confiesa.

Los valores que destaca como mujer cazadora

Otra imagen de la joven. © N. T.

El mundo de la caza y el de la mujer es un aspecto que, cada día, está más en auge, algo que reivindica Tarjuelo: «Sobre todo, destaco el respeto que se tiene como mujer hacia nosotras desde todo el mundo cinegético. Yo salgo con todo mi grupo de hombres, y el respeto que tienen hacia mí es increíble, además del compañerismo», pone en valor la joven.

«Hago un llamamiento a las mujeres cazadoras, que no se rindan, que luchen por los valores que tiene este mundo», expone Tarjuelo, que además es una socia activa del coto de su pueblo, en el que incluso han inaugurado una pista de galgos. «Con ella, ayudamos a incentivar a las mujeres galgueras. Incluso hicimos un campeonato femenino y se presentaron 62 mujeres», señala.

Su experiencia en la delegación provincial de la Federación

También hace hincapié la joven en su experiencia en la delegación provincial de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha: «Los directivos me conocieron en el campeonato autonómico y, dos días después, recibí una llamada de Jesús, delegado provincial de Toledo. Me dijo que si quería formar parte de su equipo. Al principio me lo pensé un poco porque no sabía si iba a poder dar la talla, pero me han acogido muy bien, y hoy en día estoy muy contenta de pertenecer a la directiva y aprendiendo mucho», reconoce la joven toledana.