Una granja del municipio de Ventosa del Río Almar, en Salamanca, se ha visto afectada por los efectos del desbordamiento del río. Como consecuencia, esta catástrofe natural ha dado lugar a la muerte de 20.000 conejos.

El ganadero salmantino de dicha explotación, Marcel Mesonero, también ha sufrido otras consecuencias que se unen a la pérdida de los animales. De este modo, se podría enfrentar a un perjuicio que calcula rondar los 150.000 euros, junto con los daños materiales que podrían superar el medio millón de euros.

Recibe un aviso al llegar a su casa

Mientras intentaba acercarse a la explotación junto con su padre, ambos estuvieron a punto de ser arrastrados por la corriente de agua. Según ha contado el propio ganadero a La Gaceta de Salamanca, el viernes a las siete de la tarde «no había nada».

Cuando llegó a su casa después de abandonar la explotación, Marcel fue avisado por la alarma que le alertaba de un corte de luz en su granja. Ante esto, él y su padre acudieron a ella y se quedaron atrapados dentro del vehículo en medio de la corriente de agua.

«Llamamos para poder sacar a mi padre que tiene 80 años y nos dijeron que nada», ha recordado. Asimismo, ha detallado que «los bomberos y la Guardia Civil tardaron en llegar una hora desde Peñaranda, que está a 10 kilómetros».


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En ese tiempo, el desbordamiento del río provocó la muerte de todos los animales que se encontraban dentro de las instalaciones, a las que pudieron acceder al día siguiente.

«Son animales que hemos hecho lo posible por salvarlos. No se nos ha dado una solución y han muerto ahogados», ha asegurado. «Han tenido que pasar una agonía, una parte tenían que salir hacia cebadero e incluso había una maternidad con nidos», ha concluido matizando.