Autoridades europeas han identificado un nuevo repunte de la peste porcina africana en República Checa, Polonia y Estonia. Esta enfermedad podría poner en peligro con la población de suidos europea. 
21/7/2017 | Redacción JyS

peste porcina africana
Jabalí / Shutterstock. 

Según informa el MAPAMA en nota de prensa, el pasado mes de junio, fueron encontrados dos casos de peste porcina africana (PPA) en la República Checa, en la region de Zlín, al este del país a unos 50 km de la frontera con Eslovaquia. Se trataba de dos jabalíes que fueron hallados muertos. Tras un un estudio en un laboratorio estatal dieron positivo.
Ante este hallazgo, las autoridades checas instauraron inmediatamente las medidas de control establecidas por la UE para tratar de erradicar y evitar la difusión de la enfermedad, ya que aún no se sabe el origen exacto de estos animales.
La situación de la enfermedad también ha dado un giro a peor en el noreste de Europa, en el último mes ha tenido lugar un repunte de casos en jabalíes y en cerdos domésticos en Polonia, Lituania, Letonia y Estonia. Entre estos casos destacan una granja en Estonia de más de 3000 cerdos y una declarada en Polonia de 63 cerdos.
Ante el gran riesgo que supone tanto para el ganado porcino, como para el jabalí -cuyo contagio podría acabar con la especie en nuestro país-, el MAPAMA está comprobando todos los movimientos de riesgo desde las zonas afectadas. Además, será necesario que los ganaderos tomen precauciones especiales en la aplicación de adecuadas medidas de bioseguridad, tanto en las instalaciones como en los medios de transporte. Asimismo, desde el Ministerio explican que estas precauciones deben ser extremadas si existe relación con países afectados o en riesgo, y advierten a los veterinarios y a los ganaderos de que sean rápidos en la comunicación de posibles casos.
La peste porcina africana es una enfermedad que afecta a la piel y órganos internos de los cerdos y jabalíes. Los síntomas más característicos son: fiebre con temperaturas de más de 40 grados, enrojecimientos severos de la piel en cerdos domésticos, pérdida de peso, dificultad en la respiración, vómitos y diarrea sanguinolenta. Los animales que consiguen sobrevivir son portadores del virus de por vida.
Por último, hay que destacar que los contagios se pueden producir o bien por parásitos que actúan como vectores de la enfermedad o bien por contacto o ingesta de animal enfermo. Además, como ya hemos adelantado, hay que tener especial cuidado con los medios de transporte para ganado, que deben ser bien desinfectados.