Bea Alcoya, una madre cazadora española, fue protagonista el pasado año de uno de los podcast del proyecto Orígenes de sangre, encargado de difundir los valores del mundo cinegético a través de las redes sociales. En este vídeo Alcoya explicó por qué transmitirá la caza a su hijo.
«Todos los cazadores de todo el mundo tienen una razón por la que cazan. Necesitamos entenderlo. Bea es de España, donde su padre y su abuelo la criaron para ser cazadora. Ahora está criando a su hijo para que sea un cazador», describe Orígenes de sangre sobre Bea.
«Comencé en la caza cuando tenía seis años», dice al inicio de la filmación la protagonista. «Recuerdo que acompañaba a mi padre y a mi abuelo a la caza de la perdiz y considero que fueron los primeros días de mi vida como cazadora y lo recuerdo con mucho cariño. Ellos fueron mis maestros y todo lo que ellos me han ido inculcando es lo que intento transmitirle a mi hijo: ese amor por el medio ambiente, por el campo, conocer la fauna y la flora, por conocer sus procesos reproductivos… es de vital importancia para todas las personas y para un niño y para que la sociedad entienda el porqué de esta actividad y de su gestión», argumenta a continuación Alcoya.
Así define la caza y así se la transmite a su hijo
Alcoya sigue ahondando en el vídeo sobre cómo define la caza y así se la transmite a su hijo: «Mi familia siempre ha comido de la caza y, si tuviera que definirla, me resultaría difícil, porque es un sentimiento, y nunca podríamos dar con la palabra exacta para definir un sentimiento y que la gente entienda lo que tú estás sintiendo. Es la manera más fiel del ser humano para seguir conectado con la naturaleza y de que todo siga su curso».
Una reflexión final
Por último, termina su interesante intervención con una reflexión: «La humanidad debe saber que, sin la gestión para conseguir el equilibrio, nada de lo que somos sería posible. La caza, para mí, es mi día a día, es con lo que sueño y con lo que vivo constantemente y así quiero que siga siendo, transmitiendo el amor y la pasión a mi hijo», concluye la cazadora.