Los suidos han colonizado la isla de Cortegada, en el Parque Nacional de las Illas Atlánticas. Los expertos alertan del peligro que suponen para las más de 600 variedades de setas que allí se pueden encontrar. Los mariscadores de la zona también están viendo mermadas sus capturas, por la presencia de estos animales.
28/10/2016 | Redacción JyS
Desde hace cuatro años la isla de Cortegada y el resto del archipiélago que conforma el Parque Natural de las Illas Atlánticas están colonizadas por unos nuevos moradores, los jabalíes.
Los mariscadores que faenan en los 200 metros de mar que separan la costa de Carril en la localidad pontevedresa de Vilagarcía de Arousa, se han comenzado a quejarse de la presencia de estos animales. Desde que se presenció la primera piara han visto como los jabalíes han ido comiendo de su mismo sustento, las famosas almejas y berberechos de Carril, tal y como informa el patrón mayor de la cofradía de mariscadores, José Luis Villanueva a el diario El País. “Hemos llegado a ver grupos de hasta 14 ejemplares en la zona”, asegura Villanueva.
Sin embargo, un estudio realizado en el archipiélago reveló que no es el marisco lo que buscan los suidos, sino que se alimentan de animales que habitan en la arena del fondo, como son las miñocas, los poliquetos o las lombrices marinas que los pescadores utilizan como cebo, según refleja el citado diario.
Si bien Villanueva sigue defendiendo que los jabalíes se comen el marisco, no es esto lo que más le preocupa. Según el presidente de los mariscadores, los nuevos inquilinos de Cortegada “destrozan más de lo que comen y meten mucho ruido. Arman unos cristos tremendos. Van dándole la vuelta a las piedras con el hocico, se revuelcan, chapotean, rompen conchas, ponen todo patas arriba y tiran los muros”, muros que separan los distintos bancos de cultivo de marisco y que tienen que ser reparados constantemente por los mariscadores de Vilagarcía.
Aunque el problema no sólo estriba en la alimentación a base de marisco de los jabalíes. En 2013, una sociedad micológica alertó de que estos animales podrían acabar con la diversidad de setas que se encuentran en la isla. Con más de 600 variedades diferentes, Cortegada está considerada uno de los enclaves con más tipos de setas de Europa.
A esta isla, que quedó deshabitada en 1910 al ser regalada al rey Alfonso XIII –aunque luego en 2007 volviera a ser propiedad de la Xunta-, los jabalíes llegaron de forma natural, según defiende el director del Parque Nacional, José Antonio Fernández Bouzas. Y este argumento es el que esgrime la administración para no autorizar batidas que permitan reducir el número de ejemplares de la zona.
Según Fernández Bouzas, se trata de “una especie silvestre autóctona” y al habitar en un Parque Natural no se pueden abatir. La población de jabalíes de Cortegada, según se ha podido ver en cámaras de fototrampeo -tal como comenta Vicente Piorno, experto en fauna del Parque- estaría conformada por “una hembra, cuatro subadultos y cuatro rayones”.
Para finalizar, Fernández asegura que no hay problemas con esta especie ya que “ellos mismos se encargan de disputarse el territorio. Evitan masificarse en un espacio tan pequeño”. Sobre los hongos afirma que han encargado “una valoración a los mayores expertos de Galicia” y dice que estos “descartan que su presencia cause un impacto dañino”. “Es más, al hozar ayudan a propagar las esporas. Los jabalíes son un elemento más de la pirámide”, finaliza el director del Parque.