Fernando López-Mirones, director, productor y guionista de documentales de naturaleza, además de biólogo y zoólogo, ha publicado en su cuenta de Twitter un encendido discurso en contra de la ley animalista aprobada el pasado jueves en el Congreso y que ahora deberá continuar su tramitación parlamentaria en el Senado.

«Acaban de aprobar la repugnante ley que llaman de bienestar animal, que en realidad va a ser una barbaridad de malestar animal, porque va a acabar con toda actividad agropecuaria y pesquera», comienza denunciando en la grabación López-Mirones. «Tened en cuenta que cuando hablamos de animales, hablamos de peces, de almejas, de cangrejos, de centollos… eso son animales. Y se hace una ley diciendo que los animales tienen derechos, cuando no pueden tenerlos porque no tienen obligaciones. Es inherente que no se puede tener un derecho si no se tiene una obligación aparejada», resalta el director cinematográfico.

En palabras de López Mirones, «el maltrato a los animales no es un derecho de los animales, sino una obligación de los seres humanos», defiende. «Nosotros tenemos la obligación de no maltratar gratuitamente a los animales. Es nuestra obligación, no es su derecho. Es distinto. Y cualquiera que tenga un poco de conocimiento de filosofía, deontológico, sabe que no pueden tener derechos», expone el también zoólogo y biólogo.

«Si tuvieran derechos los animales, la gente no podría castrar a su gato»

López-Mirones sigue defendiendo, asimismo, que «si tuvieran derechos los animales, la gente no podría castrar a su gato, igual que no puede castrar a su marido. Aunque bueno, conozco un par de casos», dice en tono gracioso.

«Quieren acabar con los ganaderos y con los perros de caza, que son los perros más felices del mundo; están casi enamorados. Conozco mujeres de cazadores que tienen celos del perro». Y pone en valor que «el perro de un cazador hace lo que siempre hicieron los lobos, y es recorrer campo, olfatear, buscar, seguir rastros, levantarse pronto, salir en busca de algo, recibir el premio, buscar una presa…», añade.