La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria ha ampliado hasta el próximo 30 de septiembre el plazo para la caza controlada de diez lobos en tres zonas de la región, decisión adoptada a mediados del pasado mes de junio ante la «importancia y recurrencia» de los ataques de estos animales al ganado y los daños causados.

La medida se acordó en base al plan de gestión de la especie, incluida en el LESPRE, el listado de las silvestres en régimen de protección especial, pero sin contar entonces con el aval del Ministerio. La extracción de ejemplares se llevará a cabo en los municipios de Polaciones, Tudanca, su entorno y zona limítrofe con la mancomunidad -dos lobos-; en la Hermandad de Campoo de Suso -cuatro-; y en Ruente, Cabuérniga, Los Tojos y la mancomunidad de Campoo-Cabuérniga, otros cuatro ejemplares más.

Los ataques siguen creciendo

La ampliación del plazo para esta caza controlada se ha publicado este viernes en el Boletín Oficial de Cantabria, en tres resoluciones firmadas por el director general de Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático. De las muertes de los diez ejemplares autorizadas se encargarán funcionarios de la Consejería -agentes del Medio Natural- y se decidió en junio por los ataques a la ganadería.

Desde el pasado mes de septiembre -cuando el lobo entró en el LESPRE- y hasta abril, en el área de Polaciones y Tudanca se habían contabilizado 42 ataques a 18 explotaciones, que se saldaron con 44 animales muertos -diecinueve de bovino, trece de ovino y doce equino-.

En la de Cabuérniga, Ruente y Los Tojos 46 ganaderías perdieron 79 cabezas de ganado a causa del cánido -51 de equino, veinte de bovino y ocho de ovino, a las que se suman cuatro heridas: tres de equino y una de bovino-.

Y en la Hermandad de Campoo de Suso se registraron 102 ataques del lobo en 44 explotaciones que acabaron con 108 ejemplares: 65 bovino, 38 equino, cuatro de ovino y una de caprino, más una herida.