En mitad de un viñedo, un inesperado duelo entre una liebre y un gallo ha dejado atónitos a miles de usuarios de TikTok. El vídeo, que ya acumula cerca de 200.000 reproducciones, ha sido compartido hace un día por el usuario José Santos Suárez en su perfil @jose.santos.suarez, y no ha tardado en viralizarse por la singular escena que muestra: una liebre plantando cara sin miedo a un gallo en su propio terreno.
Lejos de lo que cabría esperar, la liebre no huye ni se esconde entre las vides. Muy al contrario, se detiene frente al gallo, lo encara con decisión y, durante varios segundos, ambos animales protagonizan un enfrentamiento nada habitual. El gallo da unos pasos hacia adelante, pero la liebre no se inmuta. Incluso cuando da un paso adelante, el mamífero responde y no se achanta.
Un curioso duelo

La escena, que habría pasado desapercibida de no ser por las redes sociales, se desarrolla en lo que parece ser un entorno agrícola, rodeado de vides y con una casa visible al fondo. Aunque el autor del vídeo no ha ofrecido detalles sobre el contexto, muchos usuarios han especulado con que la liebre y el gallo podrían haberse criado juntos en ese entorno, acostumbrados a convivir y quizá incluso a protagonizar este tipo de interacciones.
Este posible trasfondo explicaría la inusual tranquilidad de la liebre, que ni siquiera se inmuta al final del clip, donde se le ve permanecer de mono a escasos centímetros del hombre que graba. La escena, que dura apenas unos segundos, ha conseguido captar la atención de miles de internautas, fascinados por el comportamiento del animal.
Comentarios entre la sorpresa y la admiración
Las reacciones no se han hecho esperar. Desde quienes aplauden la valentía de la liebre, hasta otros que bromean sobre lo que parece un claro caso de «territorio compartido». «Pues creo que están jugando. Están criadas por ese mismo que graba», afirma uno. Otro añade: «Hay que cuidar nuestros campos y naturaleza».
@jose.santos.suarez ♬ sonido original – José Santos Suárez
No es habitual ver a una liebre —animal escurridizo por naturaleza— mostrar este tipo de temple ante una situación potencialmente amenazante. Mucho menos que se enfrente a un gallo, cuyo temperamento, como bien saben quienes crían aves de corral, puede ser bastante territorial.
Sea como fuere, la escena no solo sorprende por la actitud de la liebre, sino que también nos recuerda que, a veces, los mayores espectáculos ocurren lejos de los focos… y a pocos metros de nuestras viviendas.