Los adeptos a la caza mayor no han dejado de crecer desde el inicio de siglo. El incremento de cazadores de rifle ni siquiera se ha visto afectado por la crisis económica sufrida en España desde 2008.
10/4/2017 | Redacción JyS
Según las estadísticas oficiales a las que ha tenido acceso Jaraysedal.es, en el año 2000 había en España 162.872 licencias del tipo D. Este documento es el que habilita a sus propietarios para el uso de armas largas rayadas (rifles), que son las empleadas en el ejercicio de la caza mayor. Según esos mismos datos, actualmente hay en nuestro país un total de 368.282 licencias del mismo tipo. Es decir, el número de cazadores de rifle ha ascendido en 205.410 personas, lo que supone un 226% más de los que utilizaban este tipo de armas a principios del año 2000.
Trasvase de cazadores de menor hacia la mayor
Este incremento de cazadores de mayor también se ha traducido en un incremento en la venta de rifles. Según los datos que maneja el Ministerio del Interior, a los que jaraysedal.es ha tenido acceso, en el año 2000 había en España 154.021 armas de este tipo, mientras que en 2016 la cantidad se había duplicado, alcanzando las 319.544 unidades. La comunidad autonómica con más rifles censados es Andalucía con 60.633, seguida por Madrid (52.930) y Cataluña (34.299).
Estos datos se deben en gran medida al auge de las poblaciones de especies de caza mayor como son el corzo y el jabalí. El gran protagonista es el cochino, que en comunidades como Cataluña ya representa un gran problema para la agricultura, el tráfico y la seguridad ciudadana. También en Madrid, y algunos municipios cercanos a la sierra norte, están empezando a tomar medidas contra la plaga de suidos que bajan del monte hasta las ciudades.
Por el contrario, la disminución de la caza menor en la mayoría del territorio español se ha visto traducida en una bajada de las licencias de tipo E. Según se desprende de las estadísticas a las que jaraysedal.es ha tenido acceso, el número de escopetas, el arma utilizada para este tipo de caza, en el año 2000 era de 2.617.139 unidades, pero ahora se ha ido reduciendo hasta las 2.285.186. Así pues, lo que reflejan los números es un trasvase de cazadores de mayor hacia la menor, dado al auge de la primera y el declive de la segunda.
Por último, hay que destacar que, al inicio de la crisis económica, en 2008, había 1.509.946 licencias para armas de tipo E y 278.447 del tipo D. Por lo tanto, el crecimiento de cazadores de mayor no se ha visto afectado ni siquiera por las vicisitudes económicas que han afectado al país.