Antonio de Miguel Antón | Biólogo, fundador de Lobo Marley -16/5/2017-
El pasado jueves 11 de Mayo el Congreso de los diputados aprobaba una Proposición No de Ley para proteger al lobo en toda España, declarándole especie de interés especial al norte del Duero, y a que las poblaciones al sur del Duero se incluyan en el Catálogo Español de Especies Amenazadas con la categoría de “en peligro de extinción”.
La PNL fue plantada por el grupo Unidos Podemos y presentada por el coportavoz de EQUO y diputado del Grupo Confederal Unidos Podemos-En Comú-En Marea, Juan López de Uralde, ha contado con el apoyo del PSOE, ERC y Compromís.
Esta proposición no de ley para proteger al lobo es parte de un plan tejido desde el corazón del proteccionismo más rancio, interesado y radical del lobo de este país. Ellos conocen perfectamente que la protección del lobo en España no acarreará ni significará su conservación absoluta, sino todo lo contrario, será la guerra más cruel y más sangrienta que pueda desencadenarse en torno a todos los sectores directamente relacionados con este asunto… Será la guerra del lobo.
Las soluciones tomadas unilateralmente, preñadas de conveniencias y en búsqueda de votos nunca funcionan…Y en este asunto solo se ha escuchado a Luis Miguel Domínguez, presidente de Lobo Marley. Él, Equo, WWF y Unidos Podemos saben perfectamente que al no ser vinculante, el gobierno desestimará esta PNL y esta piedra que han lanzado a modo de órdago al tejado del PP, les repercutirá a unos en forma de votos dentro del mundo ecologista y a otros en forma de donaciones y altavoz para su plataforma y forma de vida… Incluso algún sillón. ¡Menuda estrategia!
La expansión incontrolada del lobo si esta PNL fuese hecha realidad traería más veneno, más sangre y más conflicto dentro del mundo rural. El eterno problema del lobo y el hombre no se solucionará con una ley promovida y amparada en un solo lado. Viviremos condenados a una guerra continua entre ganaderos y conservacionistas si no se escuchan ambas partes y ambos intereses. Y para ello hemos de dejar a un lado el mensaje extremista y radical que algunos quieren llevar al ámbito de la ley para vivir de este conflicto, que saben perfectamente de antemano que se reavivará.
Estallará la guerra del lobo si la sociedad civil española, sensibilizada con este bello animal, no se da cuenta de los intereses reales de estos falsos conservadores de nuestra naturaleza que quieren vivir del conflicto. Estallará la guerra del lobo si los partidos políticos buscan réditos electorales con este asunto. Estallará la guerra del lobo si los grupos ecologistas no favorecen de una forma real la coexistencia entre el lobo y ganaderos. Estallará la guerra del lobo si no se elabora urgentemente un plan de convivencia estratégico efectivo y con el dialogo y consenso de ambas partes. Estallará la guerra del lobo si no se escucha a los verdaderos custodios de ese mundo rural ye legisla sin escucharlos y sin tener en cuenta sus intereses y su problemática para mantener los agro-ecosistemas.
Ninguna solución podrá agradar a todos pero todos tienen que ser parte de la solución.