Un reciente estudio de la Universidad de Cambridge ha demostrado que las rayas de una cebra no sirven para evitar el ataque de un predador, al contrario de lo que pensaban hasta ahora numerosos expertos. 
15/03/2016 | Redacción JyS
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Un estudio realizado por ordenador demostró que un predador podría capturar más fácilmente una presa con rayas que una de color uniforme. Estos resultados reabrieron el debate sobre la función de las rayas de las cebras.
Hasta esta investigación se pensaba que las rayas habían evolucionado para «deslumbrar» a los predadores que trataban de capturar un animal del grupo que se encontraba en movimiento.
Un principio similar para deslumbrar con el color y el movimiento fue probado tanto en la primera como en la segunda guerra mundial, cuando flotas de barcos fueron camuflados utilizando formas geométricas con contrastes de color. La idea era hacer más difícil para el enemigo la estimación de la distancia hasta el enemigo y su velocidad.
«Verificamos que, cuando los objetivos se presentaban individualmente, los que tenían rayas horizontales eran más fáciles de capturar que con otros patrones», comenta la líder del estudio, Anna Hughes, de la Universidad de Cambridge.
«Sorprendentemente, tampoco encontramos las ventajas que suponen las rayas cuando varios objetivos se presentaban al mismo tiempo, a pesar de que estaba previsto que estas eran una gran ventaja en un escenario de este tipo. Podría deberse a que las diferentes orientaciones de las líneas interactuaban contra la percepción del movimiento», añade Hughes.
Sesenta voluntarios formaron parte de la investigación, realizando una tarea en la que se debía tratar de capturar objetivos en movimiento mediante una pantalla táctil.
Cuando aparecían objetivos solitarios, aquellos con líneas horizontales eran más fáciles de capturar que cualquier otro.  Pero cuando aparecían varios en conjunto, cualquier patrón lineal les hacía más vulnerables que un color uniforme.
«El movimiento puede ser determinante en un aspecto más general. Los diferentes patrones han podido evolucionar para distintos fines, aunque esa evolución es compleja. No hay factor predominante sino que han mejorado por muy diversos motivos», asegura Hughes.
«Se necesita más trabajos como este para establecer el valor y la relevancia ecológica del movimiento deslumbrante. Ahora debemos considerar el color, la anchura de las rayas y el patrón espacial que siguen, así como el sistema de visión de los predadores para determinar si son factores determinantes para que los animales como las cebras eviten ser capturados».
Este artículo fue publicado en el periódico Frontiers in Zoology. Aunque también existen otros estudios que reflejan que la temperatura puede influir en el patrón que dibuja las rayas de las cebras.
Brenda Larison de la Universidad de California, en Los Ángeles, descubrió que el color blanco y negro de estos animales podían atenerse a motivos de control de la temperatura corporal.
Por último también existen investigaciones que sugieren que las marcas de las cebras son fundamentales para repeler el ataque de insectos como la mosca tse-tsé, que evitan las superficies con este tipo de patrones lineales.