La Reserva de Caza de Cíjara, que este año cumple 50 años desde su creación, ha recibido la etiqueta de calidad ‘Wildlife Estates’ como coto faunístico a través del jurado internacional Wildlife Estate Project por sus valores naturales y su gestión, una certificación de calidad que tendrá validez hasta 2021.
10/8/2016 | EUROPA PRESS
El proyecto europeo ‘Wild Life Estates’ es un modelo de certificación de la calidad de gestión de territorios donde se práctica la caza o la pesca y que otorga una «etiqueta de calidad» a aquellos territorios que tras una auditoria sobre la gestión de los recursos naturales cumplen una puntuación mínima tras la valoración de una serie de bioindicadores.
Tiene el reconocimiento y el apoyo de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea y cuenta con entidades patrocinadores internaciones ligadas a la Conservación de la Naturaleza como la UICN y Bird Life Intenational, a la gestión del Medio Natural como la RISE (Rural Investment Support for Europe) y la caza, como el CIC (Consejo Internacional de la Caza) y FACE (Federación de Asociaciones de Caza y Conservación de la UE).
Este mismo reconocimiento ya fue otorgado a la Reserva de Caza La Sierra, en el norte de la Comunidad Autónoma, según informa la Junta de Extremadura en nota de prensa.
LA RESERVA DE CAZA DE CÍJARA
La Reserva de Caza de Cíjara se encuentra situada en el extremo noreste de la provincia de Badajoz, en la comarca de la Siberia Extremeña. Con una superficie actual de 22.187 hectáreas, se ubica en los términos municipales de Helechosa de los Montes, Herrera del Duque, Fuenlabrada de los Montes y Villarta de los Montes.
Así, y sustentado sobre un medio eminentemente forestal en casi su totalidad que proviene de las grandes repoblaciones forestales realizadas en los años 60 y 70 con pinos negrales, piñoneros y eucaliptos.
Explica el Ejecutivo regional que la actual gestión forestal «prácticamente ha eliminado los eucaliptos y los ha sustituido por repoblaciones con frondosas principalmente encina y alcornoque», pero también en zonas idóneas para ellos con quejigos y rebollos.
Junto con estas masas de pinares existen algunas zonas típicas de dehesa de encinas, quejigos y alcornoques, zonas de bosque de rebollos, bosques de galería y manchas con predominio de especies de monte noble como el madroño, lentiscos y olivillas junto con jaras y brezos.
Además de sus valores cinegéticos tiene importantes valores ambientales y es una parte importante de la futura Reserva de la Biosfera de la Siberia actualmente en estudio para su reconocimiento por parte de la Unesco.
Durante los primeros años de vida de la reserva se realizaron distintas repoblaciones de ciervos y en menor cantidad gamos, que se unieron a los corzos, jabalíes y escasos ciervos existentes en aquellos momentos.
Con el paso de los años, su protección generó paulatinamente un incremento y expansión de las poblaciones de ciervo y gamo por toda la comarca, lo que posibilitó la creación de una importante riqueza cinegética en el entorno, haciendo de esta zona «uno de los principales núcleos cinegéticos de caza mayor de nuestra región y de España, que genera gran riqueza social y económica».