¿Por qué los ojos de algunos animales, como las cabras, tienen las pupilas en horizontal, mientras que otros, como los gatos domésticos, tienen forma vertical? Es una cuestión que ha tenido mucho tiempo intrigados a los científicos, pero un estudio realizado sobre 214 especies animales arroja ahora una respuesta.
07/04/2016 | Redacción JyS

La investigación, que ha sido conducida por un equipo de científicos de la Universidad de Berkeley, en California, así como de la universidad británica de Durham, fue publicada en el periódico Science Advances. El equipo de investigación usó un modelo realizado por ordenador basado en un ojo de oveja para respaldar las teorías sobre cómo pueden beneficiar a los diferentes animales las formas circulares, horizontales o verticales de sus pupilas.
Según el New York Times, los investigadores afirman que cuando el modelo escogido poseía pupila horizontal, la luz penetraba más y mejor por los laterales, y se obtenía menos luz por las partes superior e inferior del ojo. Esto podría permitir a las presas detectar a los depredadores que se acercaran desde diferentes direcciones.
«La gente solía decir que las pupilas horizontales servían a los animales para tener una mejor visión panorámica, pero no lo podían demostrar», dice Martin S. Banks, científico visual de la Universidad de Berkeley y autor principal del estudio. «Nosotros hemos contribuido a crear un modelo y mostrar que sucede».
Pero había una pega en estas conclusiones: ¿Qué pasaría si la oveja inclinara su cabeza en el suelo para comer? La lógica sugiere que la pupila se convirtiera en vertical, respecto al suelo.
Los investigadores hicieron un sorprendente descubrimiento cuando estaban tomando fotografías de cabras en un zoo de mascotas -los ojos rotaban 50 grados como mucho cuando la cabeza giraba, y las pupilas se mantenían horizontales al suelo-. El doctor Banks asume que otros científicos habían notado esta habilidad, pero no encontró ninguna cita en ninguna otra investigación. Entonces los investigadores estudiaron a los caballos, antílopes y otros animales herbívoros, y descubrieron que también podían rotar sus ojos.
El Dr. Banks y su equipo también usaron modelos creados por ordenador para investigar las ventajas de las pupilas verticales. Descubrieron que esa forma permitía a los depredadores calcular mejor las distancias hacia sus presas agudizando la percepción de profundidad y su enfoque en un objetivo
Una excepción sobre esta explicación es que los grandes predadores como tigres y leones que emboscan a sus presas tienen pupilas circulares y no verticales. Los autores del estudio lo achacan a que al ser más altos no tienen que compensar tanto otras carencias visuales.
Los críticos de este estudio aseguran que hay muchas excepciones que lo hacen cuestionable. Por ejemplo, dicen, que la chinchilla come hierba pero tiene sus pupilas verticales.
«Hay muchas excepciones para las reglas que los autores piensan que han descubierto, hay muchos factores que se tienen que tener más en cuenta, no sólo la forma de la pupila, o si es grande o pequeño», asegura Ronald H.H. Kröger, biólogo de la Universidad de Lund en Suecia.
Basándose en este estudio y reflejando que los ojos son el espejo del alma, el ilustrador y fotógrafo Dan Cretu ha creado esta serie de fotomontajes. En ellos, intercambia los ojos de depredadores por los de sus presas y viceversa.
Prey-vs-Predators4__880 (1)
Prey-vs-Predators1__880