El Consejo de Gobierno ha iniciado este martes los trámites para la elaboración de un nuevo Plan Andaluz de Caza, que tendrá una vigencia de diez años y que busca darle «cobertura a un sector» que la Junta considera un «motor económico» que emplea a unas 45.000 personas en Andalucía, y que llevaba desde 2017 «sin una herramienta autonómica que le dé respaldo».

Así lo ha apuntado el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo, en la rueda de prensa posterior a la habitual reunión semanal del Consejo de Gobierno, tal y como recoge hoy Europa Press. En ella, Bendodo ha detallado que este texto normativo, para el que se lleva preparando desde 2019 en un diagnóstico de la situación, recogerá los objetivos, medidas y actuaciones en los que la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ya venía trabajando en los últimos meses.

Desde la Junta defienden que, tras la expiración del anterior plan en 2017, el nuevo documento supondrá «una herramienta eficaz y novedosa para una gestión moderna de la caza en Andalucía», y será el marco estratégico esencial sobre el que deberá desarrollarse la actividad cinegética en los próximos años.

De este modo, este texto será el instrumento general de planificación de Andalucía para el ejercicio de la caza, así como para la gestión del territorio y el mantenimiento de los equilibrios naturales que permitan la conservación y regeneración natural de los montes.

Cabe recordar que el reciente pacto presupuestario suscrito por PP-A, Ciudadanos (Cs) y Vox para el Presupuesto andaluz de 2021 incluye medidas específicas relativas a la caza como las orientadas a la «repoblación en especies de caza menor en cotos» o el impulso a la licencia interautonómica de caza y las actividades complementarias para «promoción y conocimiento de la actividad cinegética» en los colegios.

Con el decreto anunciado este martes se dará cumplimiento asimismo a los acuerdos alcanzados en el protocolo de colaboración firmado con la Federación Andaluza de Caza en abril de 2019, resultado del «convencimiento de la importancia del sector en la comunidad y del consenso de todos los actores implicados»

Peso económico y social de la caza

Al respecto, Bendodo ha puesto de relieve que Andalucía cuenta con más de 250.000 cazadores y más de 7.500 cotos de caza, así como ha destacado el «peso económico y social» de un sector que moviliza 3.500 millones de euros y genera más de 45.000 empleos, de los que unos 12.000 son directos.

Se trata así de «un motor económico con una importante contribución al PIB de Andalucía», según ha defendido el consejero portavoz de la Junta, quien ha advertido de que, «el que quiera criminalizar y despreciar a la caza y a los cazadores, tendrá enfrente al Gobierno andaluz», porque «es un sector necesario y que cuenta con todo nuestro apoyo», según ha querido dejar claro.

Para la elaboración de este plan, según ha informado la Junta, se pretende contar con la participación de los organismos más representativos del sector.

Las novedades del Plan Andaluz de Caza

El nuevo Plan Andaluz de Caza se estructurará en torno a una serie de objetivos generales, que, en esencia, son la mejora de los servicios de la Administración hacia los cazadores, la actualización de la información de la situación de las especies y poblaciones cinegéticas y sus hábitats, el fomento de la investigación y la calidad cinegética y la promoción de la correcta planificación y ordenación de la actividad para asegurar una caza social, ética, sostenible y responsable.

Entre las principales aportaciones que se pretenden incluir en el plan se encuentra «el impulso a la dimensión económica y social de la caza».

Así, respecto de lo primero, se establecen objetivos relacionados con la toma de información real de la valoración económica del sector, la cantidad y tipo de empleo generado y la economía de los productos del mercado.

Para la Junta, la caza, como actividad económica es «un eje básico vertebrador del mundo rural andaluz y una actividad que permite fijar población».

En cuanto a la «dimensión social» de la caza, «su imbricación, especialmente con la sociedad del medio rural, hace que se propongan objetivos y actuaciones y la promoción de sus valores positivos cuando es practicada correctamente, de forma sostenible, responsable y ética».

Otra de las novedades pasa por «fomentar la caza como herramienta de apoyo a la sanidad animal para la gestión de poblaciones de especies silvestres cinegéticas y como medio de vigilancia activa y pasiva del medio natural».

Finalmente, se contemplan actuaciones en materia de digitalización del sector, simplificación de procedimientos, el relevo generacional y la toma en consideración de la importancia de la internacionalización de la toma de decisiones debido a la influencia de los organismos supranacionales, desde la Comisión Europea y Naciones Unidas a los grupos de trabajo europeos o de los pasillos migratorios de diferentes especies cinegéticas, que van a requerir de una modernización del sector en este sentido, según señala la Junta.

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