La joven cazadora y rehalera malagueña Mariló Aranda ha narrado a la redacción de Jara y Sedal el apasionante lance que vivió el pasado 8 de enero, cuando salió junto a varios compañeros «a dar una vuelta con los perros y a controlar depredadores» en su coto, ubicado en las cercanías del municipio de Álora, en esta provincia andaluza.
En el transcurso de la jornada, se toparon con «un gran cochino», el protagoniza esta historia. «Tanto mi compañero Pepino como yo nos íbamos ya para otra postura cuando, desde el coche, escucho a mi padre disparar tres veces seguidas y a los perros tener un ladra intensa, por lo que decidimos parar un segundo y montar el arma, que ya iba desmontada y guardada en su funda», detalla la joven.
Justo al bajar del coche, vieron asomarse a este enorme jabalí con todos los perros detrás y le dio tiempo a grabar el siguiente vídeo con su compañero Pepino disparando, en el que se ve cómo con la segunda detonación consigue alcanzar al corpulento animal.
Según narra la joven, el jabalí siguió corriendo, pero unos minutos después los perros comenzaron a llamar en la bajada del cerro, «por lo que fuimos a comprobar si habíamos conseguido quedarnos con el jabalí». Al llegar, se encontraron con luna grata sorpresa: allí estaba el gran jabalí, un animal viejo y que, además, «había sido guerrero y le había gustado mucho batallar con los demás», señala la joven por el aspecto que tenían sus defensas.
Así concluyó «un bonito día para recordar junto a mis guerreros, mi padre y mi compañero Pepino», narra.
