En muchas zonas rurales de nuestro país, el conflicto entre ganaderos y fauna silvestre ha escalado a niveles alarmantes. La proliferación del jabalí, antaño limitado a las zonas más recónditas del monte, hoy se ha convertido en una verdadera amenaza para el ganado. Si hasta ahora se hablaba de daños en cultivos y riesgo sanitario, las imágenes que circulan en redes sociales confirman otro temor creciente: los ataques directos a crías de animales domésticos.

El vídeo, compartido a través de una página de Facebook dedicada al mundo cinegético, no deja lugar a dudas. En él, un jabalí acecha a un indefenso cabrito en mitad del campo. La tensión es máxima: el animal salvaje se mueve con determinación, midiendo cada paso, mientras el pequeño intenta mantenerse en pie. Pero lo más impactante no es la amenaza en sí, sino la reacción de la madre, una cabra que no duda en lanzarse al ataque para salvar a su cría.

Una defensa desesperada

En cuestión de segundos, la escena se vuelve dramática. El jabalí se abalanza sobre el cabrito y logra morderle en una pata trasera. Es entonces cuando la madre, sin pensarlo dos veces, se interpone entre ambos. La cabra embiste con furia, logrando apartar al suido y poner a salvo al pequeño.

La grabación no solo ha conmovido a miles de usuarios, sino que también ha reavivado el debate sobre el papel del jabalí en el ecosistema actual. Con poblaciones descontroladas, estos animales no solo buscan comida en basureros o cultivos: ahora también representan un peligro directo para la ganadería extensiva.

Más allá del daño al cabrito

El problema va mucho más allá de un ataque puntual. Como recuerdan expertos en sanidad animal, los jabalíes actúan como reservorios de enfermedades graves, como la tuberculosis. Esta patología, causada por la bacteria Mycobacterium bovis, puede transmitirse al ganado caprino, ovino y bovino, afectando la producción de leche y carne.

El contagio se produce a través del contacto con heces, saliva o secreciones en pastos y charcas compartidas. A ello se suma la posibilidad de que los jabalíes introduzcan otras enfermedades como la peste porcina africana o la brucelosis. La situación obliga a los ganaderos a extremar las medidas sanitarias y a reclamar un mayor control poblacional de esta especie.

El aumento desmesurado de la población de jabalíes es una realidad contrastada por científicos y asociaciones agrarias. En muchas zonas, su densidad ha alcanzado cifras que hace apenas una década eran impensables. Y con ese incremento, han crecido también los conflictos con el ser humano y la ganadería.

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