El joven cazador catalán Robert Boris Mckechnie Muñoz, de 24 años de edad, logró cazar hace unos días durante una batida en las cercanías de la localidad de Terradas, en la comarca del Alto Ampurdán (Gerona), un jabalí con un larguísimo colmillo de 34 centímetros que ya se le clavaba en la jeta y que, como suele suceder en estos casos, no tenía amoladera en ese lado.
El cazador, que ha enviado las imágenes del espectacular animal a la redacción de Jara y Sedal, explica que le dio caza a media mañana, sobre las 11:30 horas, en esta batida de 22 puestos y que contó con cinco rehalas.
El séptimo jabalí de la mañana
«Llevábamos ya seis jabalíes y había uno que estaba dando vueltas a toda la mancha y no quería salir por ningún lado», comienza explicando Robert. De repente, salió cerca de un pajar abandonado, justo delante de este cazador: «Disparé en tres ocasiones, y en dos de ellas acerté a la pieza, que cayó a tan sólo diez metros del lugar en el que realicé el primer disparo», asegura el joven.
«Lo estaba pasando muy mal»
Desde lejos ya podía atisbar la enorme defensa que tenía: «Estaba flipando ya», confiesa. Cuando terminó la batida, y al acercarse a la pieza, rápidamente se acercó a ésta, de unos 85 kilos de peso, y comprobó la enorme longitud de su colmillo: 34 centímetros y que ya se adentraba en la carne del animal.
«Lo estaba pasando muy mal», reconoce el cazador. «Por lo que se veía, era viejo, porque justo delante del morro tenía el hueco hecho de la amoladera que tenía rota», describe. Durante la batida en la que abatió este gran jabalí Robert utilizó un rifle Browning MK3 de fibra con munición RWS EVO de 184 grains.