La agresividad de los jabalíes en lugares que sufren sobrepoblación de esta especie está llegando a tal punto que ya ni siquiera tienen miedo a los humanos a plena luz del día. Es lo que demuestra el siguiente vídeo, en el que un hombre intenta grabar una piara de jabalíes en un parque y, cuando se encuentra a tan sólo unos metros de ellos, una hembra se arranca como un obús contra él.

Aunque la escena comienza con la hembra de jabalí tranquila, conforme avanza el vídeo el animal se pone más agresivo para evitar que el hombre se acerque. La imagen es doblemente peligrosa dado que los jabalíes se encuentran en un lugar al que suelen acudir los niños, y un ataque de un animal de esta envergadura a un menor puede resultar incluso mortal.

Una posibilidad de la presencia de estos animales es que se encuentren encamados en los montes cercanos al parque y aprovechen incluso a plena luz del día para ir a por alimento y a hozar en la frescura de los árboles.

El jabalí que clavó sus colmillos este verano a una mujer en Galicia

El lugar donde se produjo el ataque.

Un jabalí atacó este domingo 22 de agosto a una trabajadora del embarcadero de Ponte do Sil, en la carretera de Monforte a Castro Caldelas, en la provincia de Lugo. Según narra La Voz de Galicia, una trabajadora de la empresa encargada de las rutas en catamarán de la Diputación de Lugo fue embestida por el macareno. Así ocurrió todo.

El vídeo de varios rehaleros atacados por un jabalí que tuvieron que subirse a un árbol

jabalí
Dos momentos del vídeo. / Facebook

El vídeo de cuatro rehaleros teniéndose que subir a varios árboles para evitar el ataque de un descomunal jabalí en pleno agarre también dio qué hablar el pasado año. En las imágenes se puede ver cómo un tremendo jabalí rodeado de varios perros arremete contra los cazadores que hay a su alrededor y les obliga a trepar como pueden a un árbol. Uno de los hombres se escurre y golpea su espalda sobre el lomo del animal e incluso, cuando intenta huir, tropieza y se cae de nuevo a merced del macareno. Tuvo suerte que el cochino, entretenido por los perros, no hizo por él en ese momento y pudo levantarse.

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