Durante una intensa jornada de espera, Juan Manceras Ramírez —conocido en redes como Juan Control Fox— ha abatido en Málaga uno de los jabalíes más espectaculares de la temporada: un viejo macho de unos 120 kilos con unos larguísimos colmillos de 21,5 y 18 centímetros. El animal era todo un emblema en su entorno, hasta el punto de que algunos lo apodaban como «el Patriarca».
Un viejo y esquivo jabalí
Según relata el propio Juan a Jara y Sedal, el animal podría haber superado los 12 años de vida, un dato poco habitual en libertad. «Se ve perfectamente que los molares están más podridos o picados por los años que desgastados», explica, lo que evidencia que era un viejo macareno. Durante todo ese tiempo, el jabalí consiguió burlar a los cazadores de la zona, que llegaron a abatir a varios de sus escuderos, pero él siempre logró escapar.
Lo que más llamaba la atención era su comportamiento: «Lo más raro que vi nunca en un jabalí es que incluso cuando las cochinas no estaban en celo, no se retira de la piara. Este siempre andaba en medio de ellas, retirándose casi siempre de madrugada a su encame», cuenta Juan. Esa peculiar costumbre hizo que muchos lo confundieran con una hembra, lo que explicaría por qué nunca fue abatido antes.
Un lance con sabor a despedida
Juan, un apasionado de la caza del zorro a larga distancia, decidió este año pagar una zona del coto para intentar cazarlo con arco, preparando comederos con paciencia. Sin embargo, el lance final llegó con su rifle Ruger táctico en calibre 6.5 Creedmoor. Acompañado por un amigo que llegó tarde al amanecer acordado, Juan decidió no esperar más y disparar. «El aire estaba muy fuerte de derecha a izquierda y me decidí a disparar, apreté el gatillo y se desplomó», recuerda.
Aunque logró abatirlo con precisión, Juan no esconde su melancolía: «Ahora vivo solo con sus recuerdos y un simple trofeo que fue un regalo de mi compañero. Pero mi mejor trofeo será su larga vida junto a mí». Y concluye su particular recuerdo de este inolvidable lance con una emotiva dedicatoria: «¡Va por ti Patriarca!».
