Un cazador lo es hasta el último de sus días, esa fue la premisa que siguieron los ideólogos de una empresa que se dedica a fabricar munición con restos mortales incinerados. Puedes elegir hasta el calibre con el que dar el último adiós a un ser querido cazador.
23/3/2017 | Redacción JyS

balas con restos incinerados
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Thad Holmes, de 56 años, y Clem Parnell, de 58, son dos guardas de caza que en junio de 2011 tuvieron una idea genial para que las personas a las que le gusta la actividad cinegética tuviesen una despedida especial.
Desde Stockton (Alabama), Holmes y Parnell constituyeron Holy Smoke, una empresa que se propone «rendir homenaje a las personas amantes del aire libre”, según declaran sus fundadores. En Holy Smoke introducen las cenizas de los difuntos en balas o cartuchos preparadas para ser disparadas en jornadas de caza. 
Tanto a Holmes como a Parnell se les ocurrió la idea hablando sobre la muerte. «Pensé que me gustaría que mis cenizas estuvieran en una bala disparada por alguien que sepa de caza. Yo descansaría en paz si supiera que lo último que ve un pato es a mí persiguiéndolo a 1.000 km/h», afirma Parnell en la web de la empresa.
La empresa recepciona los restos mortales ya incinerados y los introduce en los modelos seleccionados por los familiares (pueden ser para arma corta, rifles o escopetas). Se puede elegir el calibre que se desea, aunque si ese calibre no es muy usual el coste habitual de aproximadamente 790 euros se ve incrementado. Además, los ideólogos de esta empresa afirman que se trata de un «modo ecológico de esparcir las cenizas practicando una actividad favorita». Y aseguran que «las cenizas no afectan la eficacia del tiro o a la propia arma».
En España, empresas como Etermina dedicadas a darle otro enfoque al último adiós de un ser querido pueden llegar a facilitar también esta tarea según apuntan en su blog.