La Comisión Estatal de Conservación de la Naturaleza que se reúne hoy, 4 de febrero, analizará la propuesta del Ministerio de Transición Ecológica de incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). La solicitud de protección de la especie fue presentada por la Asociación para la Conservación y el estudio del Lobo Ibérico (ASCEL) en octubre de 2019 y ha encontrado el rechazo de las comunidades autónomas con mayor presencia del lobo: Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, que albergan el 95% de los lobos españoles. Ahora, desde el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes han emitido una nota en la que advierten que «ampliar las medidas de protección del lobo, prohibiendo su caza para regularlo, no va a ayudar a resolver el grave conflicto, sino a exacerbarlo».
La evolución de la población noroccidental de lobo ha sido claramente expansiva y ha ocupado nuevos territorios en provincias como Ávila, Segovia, Salamanca, Guadalajara y Madrid, incrementando sensiblemente los daños a las explotaciones ganaderas, especialmente en provincias en que la ganadería extensiva tiene gran importancia económica y social, como Ávila y Segovia. Sin embargo, tal y como aseguran desde el Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, «en la actualidad el problema de esta especie no es tanto una cuestión de conservación como de gestión de conflictos».
Un medida «sin argumentos»
Frente a la solicitud presentada por ASCEL el pasado 4 de octubre de 2019 para modificar el estatuto de protección de la especie en todo el país e incorporar todas sus poblaciones al Catálogo Español de Especies Amenazadas -con la categoría de vulnerable, o en su defecto su inclusión en el LESPRE- así como a la propuesta del Ministerio de Transición Ecológica en esta línea, el Colegio de Ingenieros de Montes (COIM) considera que las poblaciones de lobo se han recuperado en Europa de forma significativa y que ampliar las medidas de protección de la especie no va a ayudar a resolver el grave conflicto existente entre ganaderos, cazadores y asociaciones conservacionistas.
El COIM sostiene que no hay nuevos argumentos ni razones que justifiquen la incorporación del lobo al Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). Las especies no se deberían catalogar basándose en opiniones o apreciaciones subjetivas o porque haya más o menos entidades dedicadas a su estudio. Es la comunidad científica la que debe aportar, más allá de las meras opiniones, hechos y análisis objetivos que permitan conocer si hay más o menos poblaciones de lobos, su tendencia, sus riesgos y fortalezas, así como su evolución actual y previsible. Y desde este análisis científico, no parece que haya datos objetivos para sostener que la situación del lobo haya empeorado a lo largo de las últimas décadas, más bien todo lo contrario.