La investigación ha sido publicada en el Journal of Anthropological Archaeology por parte de un equipo de arqueólogos de la Universidad de Copenhague y el University College London. La introducción de perros como ayuda para la caza puede explicar el aumento de las liebres y otras pequeñas presas en los restos arqueológicos de la zona.
Un estudio sobre huesos de animales de hace 11.500 años en el asentamiento Shubayqa 6, al noreste de Jordania, no solo sugiere que los perros estaban presentes en esta región al comienzo del período neolítico, sino que los humanos y los perros cazaban otros animales juntos.«El estudio del gran conjunto de huesos de animales de Shubayqa 6 reveló una gran proporción de huesos con signos inequívocos de haber pasado por el tracto digestivo de otro animal; estos huesos son tan grandes que no pueden haber sido tragados por los humanos, sino que deben ha sido digerido por perros», explicó en un comunicado la zooarqueóloga y autora principal del estudio, Lisa Yeomans.
Yeomans y sus compañeros han podido demostrar que Shubayqa 6 estuvo ocupado todo el año, lo que sugiere que los perros vivían junto con los humanos en lugar de visitar el lugar tan sólo en la época en la que no había habitantes. «Los perros no se mantuvieron al margen, sino que debieron integrarse estrechamente en todos los aspectos de la vida cotidiana y se les permitió vagar libremente por el asentamiento, alimentarse de huesos descartados y defecar en y alrededor del sitio», explica el estudio.
Aumento en el número de liebres… ¿por qué?
Cuando Yeomans y sus coautores examinaron los datos analizados, también notaron un curioso aumento en el número de liebres en el momento en que los perros aparecieron en Shubayqa 6. Las liebres fueron cazadas por su carne, pero los habitantes de ese lugar también usaron los huesos de liebre para hacer abalorios. El equipo cree que es probable que la aparición de perros y el aumento de las liebres estén relacionados.
«El uso de perros para cazar presas más pequeñas y rápidas, como liebres y zorros, tal vez llevándolos a recintos, podría proporcionar una explicación que esté en línea con la evidencia que hemos reunido. La larga historia del uso de perros en la región para cazar tanto pequeñas presas como más grandes es bien conocido, y sería extraño no considerar la caza ayudada por perros como una explicación probable de la repentina abundancia de presas más pequeñas en el registro arqueológico», dijo Lisa Yeomans.
Además, añade que «el cambio también puede estar asociado con un cambio en la técnica de caza de un método como la malla, dirigido a una porción no selectiva de la población de liebre capturada». La caza con perros pasó a ser un «método selectivo en el que se atacaron animales individuales».
Otros retazos históricos sobre la historia de la caza
Jara y Sedal ha venido publicando a lo largo de estos años pequeños retazos históricos sobre la historia de la caza que ilustran al lector sobre el pasado de su afición. Importante fue la publicación acerca de las siete armas de caza que cambiaron la historia de los hombres. Desde que salimos de las cavernas hasta la actualidad nos han acompañado en la formidable aventura de la evolución. Nos permitieron abatir más piezas, a mayor distancia y con menor riesgo.
En otro orden de publicaciones, célebre fue la noticia en la que resultó hallado un mamut cazado hace 45.000 años. Los restos que los cazadores dejaron en sus huesos evidencian que el hombre habría llegado a América 10.000 años antes de lo que se pensaba.
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