La búsqueda del cazador vasco desaparecido el domingo pasado en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, ha terminado con el hallazgo de su cadáver este sábado por la mañana. El cuerpo sin vida del hombre, de 67 años, estaba en el paraje El Sabinar, a varios kilómetros del coto El Ensanche de Buenache de la Sierra, donde se le perdió la pista. Su perro, que le acompañaba en la jornada de caza, permaneció junto a él durante los seis días que duró su ausencia.

La Guardia Civil ha confirmado oficialmente la identidad de J. P. a última hora de la tarde de este sábado, aunque el servicio de Emergencias 112 ya había adelantado la noticia al mediodía. El cadáver fue encontrado por otro cazador, que alertó a las autoridades a las 9:40 desde el municipio de La Cierva.

Se separaron para llegar al puesto

J. P. era vecino de Usúrbil, un pueblo guipuzcoano cercano a San Sebastián, y había viajado a Cuenca con un amigo para pasar el puente del Pilar cazando zorzales. El domingo, ambos se dirigieron al coto El Ensanche, un espacio natural atravesado por ríos y con una gran variedad de piezas. Dejaron el coche a unos 700 metros del puesto asignado y se separaron para llegar al lugar. El cazador fallecido llevaba la escopeta y el perro, mientras que su amigo llevaba la mochila con los cartuchos.

Su amigo llegó antes al puesto y esperó a su compañero, pero este nunca apareció. Entonces dio la voz de alarma y se inició una búsqueda que se prolongó durante varios días. Su familia pensaba que no podía haber ido muy lejos, ya que tenía problemas en las rodillas y pesaba 130 kilos.

Su perro permaneció junto al cazador los seis días

Perro de caza.
Perro de caza en una foto de archivo. © Israel Hernández

Más de medio centenar de personas participaron en el operativo de búsqueda, entre agentes de la Guardia Civil, voluntarios de Protección Civil, personal de Cruz Roja, agentes medioambientales y una brigada antiincendios. También se sumaron dos sobrinos y un hermano del desaparecido, que viajaron desde el País Vasco para ayudar en las labores. Un helicóptero y varios perros rastreadores también colaboraron en el rastreo.

La búsqueda se vio dificultada por las condiciones meteorológicas adversas, que obligaron a suspenderla el jueves y el viernes por la lluvia y el viento. Finalmente, este sábado se reanudó y se encontró el cadáver del hombre. La causa de su muerte aún se desconoce y se espera que la autopsia lo aclare. Lo que sí se sabe es que su perro no le dejó solo en ningún momento.