La tenencia de mascotas en España ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, consolidándose como un fenómeno social de gran relevancia especialmente a raíz de la pandemia. Según datos de ANFAAC, el número de perros ha aumentado un 38% en solo tres años, alcanzando cifras récord. Este cambio de paradigma plantea nuevos retos en términos de regulación y gestión.
La creciente presencia de animales en espacios públicos exige el desarrollo de normativas específicas que garanticen la seguridad y el bienestar tanto de las mascotas como de las personas. Además, se hace necesario abordar cuestiones como la gestión de residuos, la tenencia responsable o las relacionadas con el transporte. En este sentido, la Guardia Civil ha colaborado publicando a través de Facebook un vídeo en el que informan de cómo se debe llevar a los perros durante un viaje en coche. La realidad es que, aunque las pautas son sobradamente conocidas es muy frecuente encontrar mascotas sueltas en el vehículo o atadas incorrectamente.
Cinturón o transportín
Hay dos formas de llevar un perro de manera legal y segura en coche: con un cinturón de seguridad o en un transportín de características determinadas. El vídeo empieza mostrando como ata al perro con un arnés al asiento del vehículo. Es importante resaltar la palabra arnés, ya que el uso de un collar podría tener graves consecuencias para nuestra mascota en caso de accidente. La propia Dirección General de Tráfico (DGT) advierte en su web «con un dispositivo que los ancle a los cinturones de seguridad que ha de ser un arnés, no collar».
La segunda parte del vídeo está dedicado al uso del transportín. Dependiendo del tamaño del perro, este ocupará un sitio u otro dentro del coche. En el caso de perros de pequeño tamaño, irán situados «directamente en el suelo del vehículo entre el asiento delantero y trasero» ; los perros de tamaño mediano irán colocados sobre los asientos traseros haciendo uso del cinturón de seguridad y los de gran envergadura, en el maletero, «en posición transversal a la marcha del vehículo», apunta el agente.
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Otros aspectos a tener en cuenta
Además de las directrices anteriores, cabe destacar algunas otras cuestiones que habitualmente pasan inadvertidas y pueden ser muy peligrosas para nuestras mascotas. Tal y como recomiendan desde la DGT material del arnés utilizado deberá ser de buena calidad, por un lado para resistir a los frenazos y a un impacto en el peor de los casos y por otro, para evitar cause lesiones al animal como cortes o contusiones. Para más seguridad, si el perro es grande, la mejor opción es un arnés con doble enganche al cinturón de seguridad.
Lo mismo ocurre con el transportín, a la hora de seleccionar uno es fundamental priorizar aquellos que tengan un certificado que acrediten haber superado pruebas de impacto. Características como cierres de seguridad reforzados, paredes de alta densidad y zonas de deformación diseñadas estratégicamente garantizan una óptima protección del animal en caso de colisión. La elección de un transportín con estas especificaciones minimiza el riesgo de lesiones para la mascota y para el resto de ocupantes del vehículo.
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Otras acciones como llevar al perro en el asiento del copiloto-por pequeño que sea-, permitirle sacar la cabeza por la ventanilla o llevarlo suelto en el maletero son muy frecuentes y a la vez, muy peligrosas. Nunca está de más recordar la importancia de ser responsable al volante y de respetar las normas y recomendaciones de seguridad.
