Dos hombres fueron sorprendidos por el DEPRONA de la Guardia Civil en la localidad aragonesa de Fiscal mientras transportaban varias piezas de caza. Aunque una de ellas, un sarrio, estaba legalmente precintado, el resto de los trofeos de corzo presentaban graves irregularidades. El hallazgo de tres cabezas ocultas sin precinto agravó aún más la situación.

Cabezas de corzo con precintos defectuosos y otras escondidas

El control preventivo de vigilancia cinegética, llevado a cabo el pasado 6 de abril por el Destacamento de Protección de la Naturaleza (DEPRONA) del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, permitió descubrir una serie de irregularidades que derivaron en un total de ocho infracciones denunciadas. Los agentes dieron el alto a un vehículo todoterreno en la localidad de Fiscal, en el que viajaban dos varones de 26 y 66 años, ambos vecinos de Valencia.

En el interior del vehículo se transportaba un sarrio cazado legalmente en la Reserva de Viñamala, con su precinto y documentación en regla. Sin embargo, junto a esta pieza se hallaban también cuatro cabezas de corzo macho. Fue al inspeccionar estas cuando los agentes detectaron anomalías en tres de los precintos, que presentaban deficiencias tanto en su colocación como en la documentación asociada.

La situación empeoró cuando los efectivos del DEPRONA realizaron una inspección más minuciosa del vehículo. En un lugar oculto del habitáculo, encontraron tres cabezas más de corzo macho sin precintar, lo que constituye una infracción grave a la normativa de caza de Aragón.

© Guardia Civil

También portaban un rifle con silenciador

Además de las irregularidades cinegéticas, los agentes descubrieron otro objeto que supuso una infracción adicional. En el mismo vehículo se localizó un supresor de sonido, también conocido como silenciador. Este tipo de dispositivos está regulado por el Reglamento de Armas y su posesión sin la debida autorización es motivo de sanción.

Ante estos hechos, la Guardia Civil denunció a los dos ocupantes del vehículo por un total de siete infracciones administrativas a la ley de caza de Aragón y una infracción al Reglamento de Armas. El caso ha sido trasladado a la autoridad competente, que determinará las sanciones correspondientes.

Sobre el autor