Las imágenes han sido tomadas desde un helicóptero y demuestran el buen estado de salud del animal, que llegó para evitar la consanguinidad en la especie.
30/10/2017 | Redacción JyS

Goiat
Ciervo enterrado por Goiat. / Foto: Conselleria d’Agricultura

En junio del año pasado, tal y como contó jaraysedal.es, el equipo equipo técnico del proyecto Piroslife, en conjunto con la Generalitat de Cataluña, liberó en el Parque Natural del Alto Pirineu (Lleida) a un oso pardo procedente de Eslovenia. El objetivo: evitar problemas de consanguineidad derivados de la presencia de un único macho reproductor, Pyros, introducido en 1997.
‘Goiat’ -que significa “chico joven” en pallarés- el macho reproductor de 9 años introducido en 2016, procede de una reserva situada en Eslovenia y se encuentra a 100 kilómetros del territorio de donde procede Pyros.
Ahora, los técnicos encargados del seguimiento de ambos tienen una noticia buena y otra mala: han conseguido ver a Goiat comiendo un ciervo, pero no tienen noticias de Pyros desde hace seis meses, según publica La Vanguardia. Esto último les preocupa ya que temen que el viejo macho haya muerto como consecuencia de su avanzada edad.
Pero volviendo a Goiat, las imágenes han sido tomadas gracias a la localización del animal mediante el collar GPS que se le colocó antes de liberarlo. Hacía días que el collar marcaba una situación concreta y reflejaba poco movimiento, por lo que saltaron las alarmas después de que el oso marchase antes de verano al sur de Francia.
Sin embargo, el animal, que se encontraba entre los términos de Vielha y Mijaran se encuentra en perfecto estado de salud. Y el motivo de su escasa actividad se debe a que tenía enterrado un ciervo, del que se estaba alimentando. “Se ha detectado que tenía un ciervo semi enterrado del que comía y al que vigilaba noche y día, y por eso prácticamente no se movía de lugar”, asegura el Conselh Generau d’Aran.
En este vídeo le puedes ver corriendo por la zona:

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