En estos tiempos en los que la caza y los cazadores son atacados sin piedad desde diferentes grupos de la sociedad, salir a la palestra pública para decir con orgullo que se es cazador es todo un hito. Por eso, este espectacular discurso en defensa de la caza y la actividad cinegética no te lo puedes perder.
El autor de este alegato es en esta ocasión Guillermo Blanco. La pasada legislatura fue consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria. Ahora es diputado del Partido Regionalista de Cantabria y no tiene reparos para, delante de todos, confesar a los cuatro vientos que es cazador, «de esos de escopeta y perro, como Delibes». Su discurso tuvo lugar el pasado lunes en el marco de la presentación y aprobación de una proposición no de ley en defensa de la caza. Dicha PNL contó con la firma de la Federación Cántabra de Caza y fue apoyada por el Partido popular y Vox mientras que el PSOE se abstuvo.
Un discurso ejemplar en defensa de la caza
Guillermo Blanco comenzó su intervención definiéndose como cazador de escopeta y perro, «como lo fue mi padre, que en paz descanse». El diputado del Partido Regionalista de Cantabria recordó a los presentes que «los cazadores cazamos donde nos permite la ley, en el calendario que la ley marca y sobre aquellas especies que la ley permite».
Además, el diputado defendió que la caza y los cazadores actúan dentro del marco de la más absoluta legalidad. «Pagamos además tasas e impuestos por hacerlo. Somos legales, no somos delincuentes. Por eso, sin prepotencia ni arrogancia pero sin ningún complejo tenemos que defender la caza y por eso les agradezco a todos ustedes que lo hagan en el día de hoy», manifestó el señor Blanco.
En defensa de los perros de caza
Otra de las partes fundamentales de su discurso es en la que se hace mención a los intentos constantes de demonizar a la actividad cinegética por parte de los sectores animalistas. «Hay un sector que persigue a la caza que dice entre otras cosas que abandonamos y maltratamos a los perros. Les aseguro que nunca he conocido a un cazador que haya abandonado a su perro ni lo haya maltratado. Y les aseguro que los perros de caza están mucho mejor en el campo que en un piso, respetando a los que los tengan en los pisos».
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Por otro lado, Blanco también enumeró algunas de las faltas y delitos en los que incurren estos grupos: «Este pequeño sector de la sociedad interrumpe cacerías y que nos insulta hasta desearnos la muerte en las redes sociales. Suelen ser aquellos además que sustraen los perros de trabajo que encuentran en la montaña cuidando de ovejas, de cabras, de vacas o de caballos y que aparecen días después en las protectoras de animales diciendo que estaban abandonados. Toda la sociedad que no conoce la caza tiene el respeto de los cazadores pero a la vez exigimos el respeto de ellos».
