La presidenta de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, Lorena Martínez, protagonizó un apasionante discurso defendiendo los valores del mundo cinegético tras el desarrollo de la manifestación en defensa de este sector por parte de unos 50.000 cazadores y defensores del mundo rural el pasado sábado, 6 de mayo, por las calles de Valencia.

«En verdad os digo que ofrecéis una estampa impresionante, y que el adjetivo de ‘manifestación histórica’ os va a hacer justicia», comenzaba señalando la presidenta federativa. «La historia recordará que en la encrucijada en la que la caza estuvo amenazada por los que desde un sillón deseaban su final, el cazador valenciano estuvo a la altura», seguía defendiendo Martínez.

«Vuestro apoyo es sencillamente abrumador»

En los últimos días, durante los preparativos, la presidenta «trataba de visualizar este momento». «En los mejores de mis sueños me quedé corta con lo que veo hoy ante mí», confesaba. «Vuestro apoyo y afán por defender los valores de la caza, que son los de vuestros ancestros, y que serán los de vuestros hijos, es sencillamente abrumador», exponía la presidenta del colectivo levantino.

Y dio las gracias por la «solidaridad y el compañerismo, demostrando que somos capaces de estar juntos y unidos cuando es necesario». También por el «esfuerzo innegociable de todos y cada uno de vosotros, desplazados desde todos los puntos de nuestra geografía, devorando kilómetros para defender vuestro modo de vida». Además, también recordó a la familia, «porque ningún otro sector es capaz de congregar hasta tres generaciones en una misma batalla y por un mismo ideal».

Puso en valor también el «respeto y la tolerancia» durante toda la cita «hacia todos aquellos que no entienden nuestra función y nos critican desde el desconocimiento. Una vez más hemos sido ejemplo de civismo. Una vez más cero incidentes. Una vez más, hemos sido capaces de convertir nuestra manifestación en una fiesta».

«Basta de mentiras y difamaciones; basta de odio y persecución»

Y, por encima de todo, agradeció «la generosidad» de 600 clubes «que habéis destinado gran parte de vuestros modestos presupuestos a fletar autobuses para que se os escuche» y la de «todos y cada uno de los cazadores, familiares y simpatizantes que os encontráis aquí, que habéis regalado vuestro tiempo para que este día sea posible». También la de «todos los colaboradores, organizadores, voluntarios… que habéis dado una lección de altruismo, y de ofrecer desinteresadamente sin esperar nada a cambio».

«Pero si hablo de valores, hay uno que mi padre me inculcó con sudor y sangre, y es el de la humildad. Con esa humildad hemos trasmitido nuestras necesidades y ofrecido nuestra colaboración a la administración competente en materia de caza. Nunca una petición fue más modesta. Y nunca una petición fue más justa», seguía añadiendo Martínez.

«Pedimos que se nos escuchase, y se nos cerraron las puertas»

«Pedimos que se nos escuchase, y se nos cerraron las puertas; pedimos que se nos respetase, y no cesaron en sus ataques; pedimos que nos dejaran seguir ejerciendo una actividad necesaria y no han dejado de legislar en nuestra contra, para socavar nuestro modo de vida, a costa de todo el mundo rural», señalaba Martínez. «Y como nos hemos hartado de esperar a que se aproximasen a conocer la realidad del campo, como no abandonan sus sillones para interesarse por la problemática que nos acucia, hemos venido a Valencia a decirles que basta», denunciaba.

«Basta de mentiras y difamaciones; basta de odio y persecución. Porque una actividad legal y necesaria no puede ser criminalizada; basta de menosprecio. Porque hace tiempo que los del campo hemos dejado de ser los tontos, aunque nos traten como tales; basta de hipocresía de aquellos que se hartan de carne en el plato pero no soportan saber de donde viene», gritaba la presidenta federativa.

«Hoy, cada una de vuestras voces, empujadas por esta marea naranja, representa un no rotundo sobre su mesa a las políticas de despacho y de espaldas al cazador, a sus decisiones unilaterales, al adoctrinamiento. Porque tenemos derecho a educar a nuestros hijos en nuestros valores y al gobernar para unos pocos amigos, desatendiendo a las mayorías sociales y al clamor que hoy, desde la plaza América, grita Sí a la Caza», añadía.  

«Jamás ningún colectivo, en ninguna otra manifestación, les va a ofrecer tanto a cambio de tan poco»

«Jamás ningún colectivo, en ninguna otra manifestación, les va a ofrecer tanto a cambio de tan poco. Los cazadores seguiremos protegiendo los cultivos de los agricultores valencianos frente a la sobreabundancia de fauna. Sólo exigimos lugares donde poder gestionar la carne de caza», ponía en valor Martínez. Y señalaba que «los cazadores seguiremos evitando accidentes de tráfico y contribuyendo a prevenir epidemias como la peste porcina. Sólo exigimos que se nos deje hacerlo de la manera que consideramos más efectiva».

Resaltaba además que «los cazadores seguiremos invirtiendo millones de euros en mejoras cinegéticas, que sustenten la fauna en épocas de sequía como la que nos acucia. Solo exigimos el respeto y reconocimiento a nuestra actividad, y políticas que la impulsen y la garanticen a largo plazo». «Lo habíais prometido, y hoy lo habéis cumplido. Os digo que hoy habéis dejado huella en muchas conciencias. Una huella tan profunda que mañana no van a poder ocultar», agradecía a los presentes.

«Mañana, los medios de comunicación contarán que una marea naranja inundó Valencia. Unos medios que han demostrado estar a la altura de lo que el oficio les exige y de lo que se espera de su profesionalidad. Que durante las semanas previas han abordado con valentía, objetividad y sin prejuicios el tema de la caza, otrora tabú, y hoy, gracias también a ellos, de plena actualidad», remarcaba Martínez.

Por último, Martínez lanzó un «aviso a navegantes»

Y por último lanzaba un «aviso a navegantes». «Las tropas son numerosas y no dudarán en movilizarse cuantas veces sea necesario; nuestro ejército es de paz, pero no tiene miedo a la batalla; los cazadores no tenemos color político, pero sí tenemos memoria; si somos 50.000 en Colón, cuántos no podremos ser en los montes y en las urnas; y aquí nos tenéis a mí y a toda la Federación, unos comandantes a vuestro servicio, que se dejarán la piel por vosotros, como vosotros os la habéis dejado hoy y siempre por la caza», concluía.