Cada vez más agricultores recurren a cámaras de fototrampeo para resolver los pequeños misterios que surgen en sus huertos: frutas que desaparecen, plantas dañadas o cultivos parcialmente devorados. Estos dispositivos, pensados originalmente para el seguimiento de fauna silvestre, se han convertido en una herramienta útil para vigilar invernaderos y parcelas. Lo que muchas veces empieza como una medida preventiva puede terminar revelando escenas inesperadas o incluso cómicas. Y es que en el campo, no siempre el responsable del destrozo es quien uno imagina… a veces está mucho más cerca de lo que parece.
El usuario de TikTok @almerihuerta compartió un vídeo en el que muestra cómo, tras notar que varios de sus pepinos aparecían mordisqueados en su invernadero, decidió colocar una cámara de fototrampeo para descubrir al culpable. Las imágenes captadas revelaron que su propio gato era quien se comía los pepinos.
El vídeo rápidamente se ha vuelto viral, acumulando más de 58.000 ‘me gusta’ y generando miles de comentarios de usuarios sorprendidos y divertidos por el inusual comportamiento del felino. Este incidente pone de manifiesto que, en ocasiones, los responsables de ciertos daños en los cultivos pueden ser más cercanos de lo que se piensa, recordando a los agricultores la importancia de considerar todas las posibilidades al enfrentar pérdidas en sus cosechas.
@almerihuerta Segunda parte de la cámara de caza. Lo pillé infraganti 😼🥒 . . . #humor #agro #agroboy #cucumber #pepino #gato #invernadero #SantJordi2024 ♬ Funny – Gold-Tiger
Otro gato, cazador de perdices
La presencia de gatos en el medio natural se ha convertido también en una amenaza creciente para numerosas especies silvestres, en especial para aves como la perdiz roja, cuyas poblaciones ya se encuentran seriamente mermadas. En abril de 2024 se publicó un vídeo en TikTok en el que se observa a uno de estos felinos acechando a una perdiz con pollitos.
Un documento que ilustra a la perfección esta problemática. Aunque en esta ocasión el desenlace no fue trágico gracias al instinto protector del macho de perdiz, la escena refleja una realidad cada vez más habitual en el campo.
