El ganadero leonés Jaime Alonso y un vecino tomaron el pasado 25 de abril una imagen que ilustra perfectamente la problemática que los ganaderos viven con el lobo. En ella, aparece un cánido acechando a tres de las vacas del propio Alonso, quien reconoce a Jara y Sedal que, noche tras noche, este ganadero pasa en vela las horas porque el lobo lo tiene «sin vida». A él y a sus vacas y potros.

«Nos quedan pocas fuerzas para seguir adelante, pero seguiremos luchando. Esto es muy duro. Más allá de lo que vale o no vale el animal, lo que nos duele es que el lobo nos está robando el amor con el que los criamos. Y eso es sí que es violento», lamenta hablando con el corazón este ganadero norteño.

180 euros de indemnización por un potro que, en un año, vale 1.300

Además, su hermano José Miguel, que trabaja en la explotación ganadera con Jaime, denuncia que «no te pagan ni un cuarto de lo que en realidad vale un potro, porque solamente por uno de los cinco potros que nos han matado nos han dado 180 euros de indemnización, y al año tú lo puedes vender por 1.300 euros aproximadamente. Imagínate la ruina», detalla. «Y eso si das con él, porque yo el año pasado encontré los huesos de un potro que se habían comido los lobos hacía días y no valía para que me indemnizasen», lamenta.

La imagen original.

Fotografiado a 100 metros del municipio de Liegos

La explotación ganadera en la que fue tomada esta imagen se encuentra a tan sólo 100 metros de Liegos, una localidad perteneciente al municipio de Acebedo, en la comarca tradicional de Valdeburón, en la provincia de León.

«Lo vimos acechando a mis vacas. No se movía. Permanecía quieto. Y nosotros, como tantas otras veces en las que los vemos, llenos de impotencia, no sabíamos qué hacer», señala. Y defiende que esta es una forma «perfecta» de poder contar a la sociedad y al mundo entero la realidad que sufren, «la realidad que vivimos, la dureza de nuestro día a día luchando contra los precios, contra los inconvenientes del mercado ganadero y, además, contra el lobo», denuncia Jaime Alonso.

Por último, hace esta reflexión: «Estas son las consecuencias de una auténtica banda organizada en la que los defensores de los lobos son los artífice, la Administración los cómplices, los lobos los sicarios, y los ganaderos los paganos. El único propósito es acabar con los ganaderos», concluye.

Más sobre la realidad del lobo que conmociona al mundo rural y es censurada en redes sociales y ciudades

El potro, devorado por los lobos. © C. F. y Shutterstock

«Lo que este año estamos sufriendo en la zona de Riaño con los lobos es, sencillamente, terrible». Así definía esta misma mañana Carlos de la Fuente, familia de Jaime y José Miguel Alonso, la situación que están atravesando. Te lo contamos aquí.