Un nuevo caso de furtivismo ha vuelto a sacudir un coto de caza. En esta ocasión, los hechos han tenido lugar en un pueblo perteneciente a la provincia de Toledo. Allí, varios furtivos llevan varios días dando captura a liebres sin, por supuesto, ningún tipo de licencia ni de autorización para hacerlo.
Uno de los cazadores del coto en el que están sufriendo esta lacra se ha puesto en contacto con el equipo de Jara y Sedal. De este modo, ha comenzado asegurando que los guardas rurales, al llegar hace unos días por la mañana, «vieron unas rodadas de todoterreno que atravesaban muchos campos de cereal».
«Todo llevaba a la conclusión de que eran furtivos que querían coger liebres vivas y, después, venderlas en el mercado ilegal», ha continuado explicando. Por este motivo, los guardas llevaron a cabo diferentes vigilancias nocturnas fruto de su intuición que les lleva a pensar que los furtivos podrían volver al mismo lugar.
Los furtivos aprovechan un partido de Liga de Campeones para delinquir
Efectivamente, así sucedió durante la noche del pasado martes, 11 de febrero, mientras se estaba disputando el partido de Liga de Campeones de la UEFA que enfrentaba a Manchester City y a Real Madrid.
Esto, sumado a que el día se presentaba «con bastante lluvia», tal y como ha afirmado el cazador que ha contactado con este medio, «era un buen momento para que los furtivos pensaran que el campo estaría sin vigilancia». Por el contrario, eso no fue así. Los guardas estaban a la espera de la llegada de dichos individuos.
Fue entonces cuando los pillaron en plena acción y comprobaron que, tal y como presagiaban, estaban capturando liebres vivas en el coto. Según ha detallado el cazador, estos hacían uso de una red y dos todoterreno con los que perseguían y asustaban a los animales para que, así, terminaran siendo empujados hacia la red.
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Al encontrarse ante la escena que habían estado esperando durante varias noches, los guardas decidieron llamar a la Guardia Civil para tratar de detener y, posteriormente, identificar a estos individuos a los que habían conseguido sorprender.
De este modo, tres patrullas del instituto armado se personaron en el lugar, pero los furtivos consiguieron huir de los agentes, de dos patrullas de guardas rurales y de varios socios del propio coto de caza. Por el momento, no han podido ser identificados.
«Tenemos sospechas de quiénes pueden ser, pero hasta que no se les pille bien no podemos hacer nada», ha concluido asegurando el cazador con el que ha hablado este medio.