Tres presuntos furtivos han agredido con bates de béisbol a Juan Báñez, un guarda rural de la localidad onubense de Almonte que les pilló in fraganti en el Parque Natural de Doñana el pasado domingo, 4 de septiembre.
Una persona que estaba observando la berrea avisó al guarda porque encontró un coche escondido entre la maleza; éste se acercó al lugar rápidamente: «El coche tenía la matrícula tapada; cuando nos bajamos -Báñez iba junto a otro compañero guarda-, se liaron a palos conmigo y el compañero pudo esquivar la agresión corriendo hacia la maleza, por lo que me quedé solo», explica el afectado a Jara y Sedal. «Una vez que me dejaron tirado en el suelo, me quitaron el teléfono móvil, las llaves del coche, la linterna y la cámara que llevaba instalada en el vehículo», denuncia Báñez.
Cuando se fueron, el compañero llamó al Servicio de Emergencias 112, que se presentó en el lugar con una ambulancia y la Guardia Civil.
Por el momento se desconoce el paradero de los presuntos agresores; sí ha aparecido uno de los bates de béisbol que utilizaron para pegarle, además de la linterna, que ya está en posesión de la Guardia Civil, en cuyas manos recae la investigación. «Creo que estaban siguiendo mi pista. Estaban preparados para cogerme», señala este guarda, que ha pagado el peaje de la lucha contra el furtivismo.
Báñez, un guarda involucrado con el medio ambiente
Juan Báñez es uno de los guardas rurales conocidos por este medio, ya que fue uno de los protagonistas que colaboró en la extinción del incendio de 2019 en las cercanías de Almonte (Huelva), en pleno Parque de Doñana.
El fuego se originó dentro de la reserva natural de la biosfera, y los primeros que se pusieron manos a la obra para extinguir las llamas fueron los guardas rurales contratados por los cazadores de la zona, entre los que él se encontraba.