La Guardia Civil investiga a una persona acusada de ser la presunta autora de un delito contra la flora y fauna silvestre. El investigado fue sorprendido revisando artes o medios de captura prohibidos y no selectivos. Estaban instaladas en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Además, se han instruido expedientes sancionadores por portar y utilizar medios de captura prohibidos sin autorización.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes del puesto de Cazorla. Tuvieron conocimiento de que un vecino del municipio podría haber estado instalando artes o medios de captura prohibidos. Concretamente, eran lazos para la captura jabalí en el Paraje Arroyo San Julián, en el término municipal de La Iruela.
Estos hechos fueron comunicados a la patrulla del Seprona de Cazorla. Junto con un componente de Seguridad Ciudadana del Cuerpo, localizaron tres lazos dispuestos para la captura de animales. Inmediatamente se estableció el dispositivo de vigilancia para localizar al presunto autor. Vigilaron por si algún animal quedara atrapado antes de su retirada, ya que si bien estaban preparados para capturar jabalíes, al ser un arte prohibido y no selectivo cabía la posibilidad de que quedara atrapado otro animal tanto silvestre como doméstico.
Así dieron con el presunto furtivo
Estas vigilancias dieron como resultado la localización de una persona que llegó a pie al lugar, de forma sigilosa, por una pequeña senda. Procedió a revisar minuciosamente cada uno de los lazos para comprobar las capturas que se hubieran realizado. Todos estos movimientos los realizaba de forma directa y sin tener dudas de los puntos exactos donde se encontraban ubicados los lazos instalados, según relata la Guardia Civil. Fue así como los agentes lo sorprendieron in fraganti. Intentó huir corriendo al percatarse de la presencia de los agentes, pero a los pocos metros desistió.
De acuerdo con el relato del Instituto Armado, en el momento de la detención portaba una herramienta artesanal a modo de lanza compuesta por un tubo metálico hueco. Tenía anclado en uno de sus extremos un cuchillo con cacha de madera y hoja cortante y puntiaguda, de trece centímetros de longitud. Podía ser utilizada para «apuntillar» al animal capturado, en caso de que estuviese vivo.
Una vez identificado, ha resultado ser un vecino de Cazorla, de 66 años, el cual de forma voluntaria ha cooperado con posterioridad con los agentes para retirar más lazos instalados en la zona, que no habían sido localizados en las inspecciones oculares.