La Audiencia Provincial de Sevilla acaba de condenar a un furtivo que había sido denunciado por la Federación Andaluza de Caza por colocar cebos de morcilla con anzuelos con el objetivo de acabar con los depredadores que los comiesen.

Según la sentencia, a la que Jara y Sedal ha tenido acceso, el furtivo ya había sido condenado en 2012 por otra causa parecida. En aquella ocasión, el juez lo encontró culpable de cometer un delito contra la fauna por colocar lazos de acero ilegales para matar depredadores. Por este motivo le impuso una multa y le prohibió cazar durante cuatro años.

El furtivo quebrantó la condena

Según aclara la sentencia que ahora acaba de dictar la Audiencia Provincial de Sevilla, un cazador de zorzales vio el 6 de enero de 2014 al furtivo quebrantando la condena. Concretamente, lo observó colocando 19 cebos de morcilla «en la linde cinegética entre los parajes de Sierra de Montegil y La Máquina de Janer, de Morón de la Frontera (Sevilla)», según la sentencia. Previamente, el ahora condenado había incrustado en cada trozo un anzuelo de pesca, «para asegurar la muerte de cualquier animal, por hemorragias o asfixia», según establece la sala.

El cazador, que estaba camuflado en su puesto, avisó inmediatamente a los guardas del coto y a la Guardia Civil, por lo que los cebos fueron recogidos los cebos intervenidos.

La rápida intervención del cazador impidió que ningún animal los comiera, un aspecto importante ya que se da la circunstancia de que «en la zona indicada existen especies de fauna silvestre protegida como el milano real (en peligro de extinción), el águila perdicera (especie vulnerable amenazada), el búho real, el cárabo común o el gato montés (especies que figuran en el catálogo andaluz de especies amenazadas) y otras protegidas como la garduña, el tejón, el meloncillo o la jineta» según reconoce la sentencia.

La Federación Andaluza de Caza se presenta como acusación contra el furtivo

Después de que las autoridades iniciasen la investigación, los servicios jurídicos de la Federación Andaluza de Caza se pusieron en marcha y se presentaron como acusación particular frente al furtivo.

Según la sentencia dictada el pasado 23 de junio, la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado al furtivo a diez meses de prisión, a pagar una multa de 2.700 euros y lo ha inhabilitado para cazar o ejercer profesión relacionada con la actividad cinegética durante dos años.

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