Una delegación de la Federación Aragonesa de Caza (FARCAZA), encabezada por su presidente, Miguel Ángel Girón, se ha reunido este martes con el consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, Ángel Samper, y varios miembros del departamento.

Durante el encuentro, FARCAZA ha presentado un documento de trabajo, denominado ‘Propuestas para la mejora de la situación del sector cinegético en Aragón’, que recoge algunas reclamaciones que considera urgente abordar.

La reunión se ha desarrollado en la sede de la consejería y, además de Samper y Girón, han asistido el director general de Caza y Pesca, Jorge Valero; el director general de Calidad y Seguridad Alimentaria, Fernando Laguna; y Jesús Escario, asesor del consejero.

La representación de la Federación la han completado su vicepresidente y delegado provincial en Zaragoza, Ángel Nuño; el secretario-interventor de FARCAZA, Javier Badía; el representante de Relaciones Institucionales, Ángel Berzosa; y el asesor técnico veterinario, Nicolás Urbani.

Imagen de la reunión. © FARCAZA

Uno de los asuntos tratados durante el encuentro de trabajo han sido los problemas que plantea la regulación aragonesa en núcleos zoológicos para el registro de las instalaciones que albergan rehalas, perros de caza, hurones y aves de cetrería. FARCAZA ha mostrado su preocupación por el hecho de que una perrera con 20 animales se equipará a un cebadero con 2.000 cerdos en lo referente a la ordenación zootécnicosanitaria de distancias a un núcleo urbano.

Los perros de rehala no son mascotas ni animales de producción ganadera, por lo que desde la Federación se ha abogado por una fórmula similar a otras comunidades autónomas menos restrictivas con este tema.

En la misma línea, y teniendo en cuenta que los perros son indispensables para el ejercicio ordinario de la actividad cinegética y para el control de sobreabundancia de jabalíes o conejos, FARCAZA ha propuesto la modificación del decreto 181/2009.

La Federación apuesta por que las instalaciones que alberguen un número igual o inferior a 15 perros de caza, 30 hurones de caza o 20 aves de cetrería no sean núcleos zoológicos y simplemente se comunique la existencia de las instalaciones al ayuntamiento donde se ubiquen estas y a la OCA correspondiente, al igual que se hace en la Comunidad Valenciana, Galicia o Cataluña.

La dirección general de Caza y Pesca y la Federación Aragonesa de Caza están trabajando actualmente en el desarrollo de una aplicación informática voluntaria que permita en tiempo real la localización de una batida de caza. A la vez, ambas se han emplazado a estudiar medidas legislativas para el control de accesos a las mismas. De esta manera se favorecerá la seguridad en el ejercicio de esta práctica deportiva en Aragón.

Las medidas para recuperar la caza menor

El presidente de FARCAZA, Miguel Ángel Girón, ha agradecido al consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación su compromiso con los cazadores. «Es de agradecer que desde el departamento se procure por el colectivo cinegético que es parte esencial del medio rural», ha subrayado Girón, para agregar que «muchos agricultores y ganaderos son cazadores y cumplen una labor social y de control de especies sobreabundantes en los cultivos y mantienen un equilibrio para la biodiversidad».

El presidente de la Federación Aragonesa ha manifestado su completa predisposición a que la entidad que representa a más de 28.000 cazadores en Aragón siga trabajando como hasta ahora con el Gobierno autonómico como entidad colaboradora de la Administración.

Ángel Samper también ha aprovechado el encuentro para mostrar su apoyo al colectivo cinegético. «Creímos fundamental la creación de la dirección general de Caza y Pesca por su trabajo imprescindible en el mundo rural. Allí la imagen del cazador no se percibe negativa, al contrario, es una actividad social que repercute en positivo en el aprovechamiento forestal, en el tratamiento del exceso de población de especies que destrozan los cultivos, tienen importantes repercusiones en la sanidad ganadera o que afectan a la seguridad vial y que además supone unos grandes ingresos dentro del turismo deportivo y a las arcas públicas», ha explicado el consejero.

«Por ello es necesario cooperar en proyectos específicos para el fomento de especies cinegéticas emblemáticas como la perdiz roja y la liebre ibérica. Es una visión que debemos trabajar conjuntamente con un espacio de difusión del medio rural al mundo urbano», ha agregado.

Comercialización de la carne de caza

Otro de los asuntos tratados durante el encuentro de este martes ha sido el aprovechamiento de la carne de caza para la comercialización y el autoconsumo. Esta es una cuestión en la que se halla trabajando la dirección general de Caza y Pesca.

Su responsable, Jorge Valero, ha apuntado que en algunos puntos de Aragón exportan la carne de caza a países como Alemania, donde es muy valorada por los consumidores.

En este aspecto, FARCAZA ha propuesto, entre otras medidas, que se fomente la creación de centros de recogida de canales de caza para favorecer su posible puesta en el mercado, así como que se rebaje el coste de los análisis de triquina que se realizan en las zonas veterinarias del Gobierno de Aragón.


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Tanto la consejería como la Federación Aragonesa de Caza se han comprometido a crear próximamente un grupo de trabajo para avanzar en la solución de las cuestiones tratadas durante este encuentro y de todas las que vayan surgiendo.

Los representantes de FARCAZA también han incidido en que la limitación en las carnicerías de los pueblos a la hora de elaborar embutido hace que los propios cazadores no puedan aprovechar una gran parte de las piezas de caza mayor, disminuyendo el esfuerzo de extracción de las mismas del campo.

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