En la actualidad existen multitud de estudios que se centran en diversos aspectos concretos que, en cierto modo, tienen que ver con la caza. Uno de ellos podría ser, por ejemplo, los fitosanitarios que aumentan la resistencia de las semillas envenenando a agentes externos que podrían llegar a ser perjudiciales. Es posible que estos tengan una cierta influencia sobre la cinegética y a continuación vamos a hablar de algunos trabajos que lo demuestran.
En este sentido, el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) informó hace varios años acerca de los efectos del flutriafol, un fungicida sistémico ubicuo utilizado para el tratamiento de semillas de cereales, y que pueden ser fatales para la reproducción de la perdiz roja.
El efecto del flutriafol sobre la perdiz roja
Dicho estudio consistió en alimentar a la perdices rojas con trigo tratado con 0%, 20% o 100% de la tasa de aplicación de flutriafol a lo largo de 25 días a finales del invierno. Después de esto, estudiaron los efectos del tratamiento sobre el rendimiento reproductivo, además de otros índices de importancia relacionados con el mismo.
De este modo, el IREC descubrió que las perdices expuestas experimentaron efectos fisiológicos, como niveles reducidos de colesterol y triglicéridos; efectos fenotípicos; como una reducción en la pigmentación carotenoide de sus anillos oculares; y, lo más importante, «efectos adversos graves sobre la reproducción: una reducción del tamaño de la nidada y de la proporción de huevos fértiles y una producción global de descendientes reducida en más del 50%».
Asimismo, el organismo concluyó que «estos resultados demuestran que el tratamiento de semillas con flutriafol representa un riesgo para las aves granívoras». No solo eso, sino que pusieron en valor la necesidad de mejorar el sistema de regulación actual utilizado para prever y prevenir los impactos negativos de los productos fitosanitarios en la vida silvestre.
El impacto de los productos fitosanitarios sobre pollos de perdiz roja
En cuanto a esta misma especie de la que venimos hablando, científicos del Grupo de Investigación en Toxicología de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM), en colaboración con el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (IRIAF) de Castilla-La Mancha participaron en el Proyecto REGRESEEDS.
Como parte de él estudiaron los efectos de la exposición de los huevos de perdiz roja a dos productos fitosanitarios: un herbicida de hoja ancha cuyo ingrediente activo es el 2,4-D y un fungicida cuyo ingrediente activo es el tebuconazol. Estos dos productos se encuentran entre los empleados en sus respectivas categorías para el tratamiento de los campos de cereal de secano en España, que son uno de los hábitats preferidos de las perdices para depositar sus huevos.
Los investigadores simularon dos escenarios de exposición de cada uno de estos productos: un escenario de fumigación directa que sucedería si los nidos aparecen en los campos durante el periodo en que todavía se realizan aplicaciones, y otro escenario de exposición por contacto con suelos previamente tratados que se daría cuando las aves nidifican tras concluir el periodo de aplicaciones.
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Es así como consiguieron llegar a unos resultados que mostraron que la acumulación de fitosanitarios en los huevos fue entre 3 y 14 veces superior en el escenario por fumigación que en el escenario por contacto con el suelo contaminado. Por lo tanto, la fumigación de los huevos redujo la supervivencia de los pollos que eclosionaban de dichos huevos.
Finalmente, el estudio también dejó constancia de que la tasa de mortalidad en animales procedentes de este escenario de fumigación fue de un 26% y un 24% superior a la de los controles en los tratamientos con tebuconazol y 2,4-D, respectivamente.