Un simple vídeo ha bastado para encender todas las alarmas en el mundo de la pesca continental. La grabación, publicada en TikTok por el usuario sevillano @mauro_pescas, muestra luna de las 30 capturas de siluro que consiguió en una sola jornada en el río Guadalquivir, un episodio que ha desatado una oleada de comentarios preocupados sobre la imparable expansión de esta especie invasora en Andalucía. Las imágenes, aparentemente inofensivas, revelan sin embargo una amenaza silenciosa para el equilibrio ecológico de uno de los ríos más emblemáticos de España.
El pescador acompaña su publicación con un mensaje breve pero inquietante: «Sabes que la cosa va a ponerse seria en un tiempo cuando en un día sacas 30 de este tamaño». La frase, junto a la imagen de un joven ejemplar, ha provocado cientos de reacciones de pescadores de todo el país. Muchos de ellos señalan con preocupación el auge de esta especie en cuencas donde jamás debió haber llegado.
El puente de las Delicias, un nuevo foco
Aunque el vídeo solo recoge una imagen, el intercambio de comentarios ha permitido localizar el escenario de las capturas. Varios usuarios apuntan que se trata del puente de las Delicias, en Sevilla, y uno de ellos afirma: «De esos saco más de 30, es lo que está picando debajo del puente». Las capturas, por tanto, no serían un hecho aislado sino parte de una presencia ya consolidada en este tramo del río.
Mauro confirma además que no estaba solo durante la jornada de pesca. «Los hemos sacado ya de 40 kilos, pero lo de ayer no es normal, entre 3 sacamos por lo menos 40 de estos chicos», responde a otro usuario. Para lograrlo, utilizó cebos naturales como lombrices y asticot, altamente eficaces para atraer siluros de diversos tamaños.
Un depredador sin freno
El siluro (Silurus glanis) es una de las especies más voraces que habitan actualmente nuestras aguas dulces. Originario del este de Europa, su expansión en cuencas como el Ebro, el Tajo y ahora el Guadalquivir está provocando un auténtico colapso ecológico. Capaz de superar los 100 kilos, este pez no tiene reparos en devorar peces autóctonos, aves acuáticas, anfibios y todo animal que se cruce en su camino, incluyendo pequeños mamíferos.
En 2018, un caso estremeció a la comunidad pesquera: un siluro devoró a un perro de raza fox terrier en el río Tiétar, en Cáceres, según relató la sobrina del dueño del animal. Este ejemplo ilustra hasta qué punto la amenaza no solo afecta a la biodiversidad acuática, sino que puede alcanzar a animales domésticos si se adentran en el agua.
La pesca como única contención
Legalmente, la pesca del siluro está permitida e incluso alentada por las autoridades como única forma de controlar su avance. Esta especie figura en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, lo que implica la prohibición total de su suelta, transporte o comercialización. Por tanto, la única barrera que hoy se opone a su propagación masiva son los propios pescadores deportivos.
El vídeo de Mauro no es un simple clip viral. Es una señal de alarma. La colonización del Guadalquivir por el siluro avanza sin pausa, y aunque algunos celebran sus capturas como trofeos, otros alertan de que podría ser demasiado tarde para restaurar el equilibrio perdido.
