En plena vigilancia para frenar el abatimiento ilegal de fauna en un coto de Viana de Cega (Valladolid), la Guardia Civil sorprendió a un conductor que transportaba en su coche una carabina de aire comprimido, cargada y lista para su uso. El hallazgo se produjo tras una denuncia por la aparición de varios corzos muertos en el término municipal, un hecho que encendió todas las alarmas entre los responsables del coto local.

Los agentes se encontraban realizando patrullas en el entorno del pinar cuando detectaron un vehículo todo terreno circulando a una velocidad inusualmente baja. Este comportamiento levantó sospechas, por lo que procedieron a detener el coche e identificar al conductor, un vecino de Aldeamayor de San Martín. Al inspeccionar el interior, hallaron en el asiento del copiloto una carabina de aire comprimido del calibre 5.5 mm, equipada con mira telescópica y cargada.

Según confirmaron fuentes oficiales, el conductor no portaba ningún tipo de documentación que acreditara la tenencia o el transporte de esa arma.

Posible multa de hasta 10.000 euros

La intervención del arma ha sido acompañada de una denuncia por parte de la Guardia Civil, que ha remitido el caso a la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Valladolid. Según fuentes del Instituto Armado, los hechos constituyen una infracción administrativa grave según la Ley de Caza y Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León.

Las sanciones previstas por este tipo de conducta oscilan entre los 2.000 y los 10.000 euros, además de poder implicar la retirada de la licencia de caza y la inhabilitación para obtenerla durante un período de uno a tres años. A ello habría que sumar posibles infracciones derivadas del incumplimiento del reglamento de armas, por transportar un arma lista para ser usada sin documentación que acredite su tenencia lícita.

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