La temporada de caza ha terminado, pero no te desesperes. Por suerte, aún puedes disfrutar de una buena jornada en el campo organizando una cacería de granja con tus amigos. Aquí te contamos cómo prepararla.

Texto: Leopoldo del Valle Yanguas

organiza una tirada

Cuando la veda se nos echa encima todo sabe mal. Por muy bien que se nos haya dado la temporada, la caza se termina y eso nos deja un sabor amargo. Necesitamos sentir cómo nos retumba el corazón al encararnos unas perdices, tocarnos el carrillo caliente tras un fructífero puesto de palomas o zorzales, compartir con los compañeros –en la comida y tras la jornada– nuestras emociones y lances… El de esa paloma entrecortada, la collera de patirrojas atravesada o esa torcaz que nos venía ‘picadita’, de arriba a abajo. Qué gratos recuerdos y cuánto tiempo hasta volver a darles vida… o no. Afortunadamente nos queda un as en la manga: las sueltas artificiales de perdices, palomas y faisanes procedentes de granja que tanto juego dan al concluir la temporada. ¡Qué gozada prolongar el calendario cinegético, los lances y la ilusión gracias a estas tiradas!

Se trate de ‘caza’ o no, poco importa cuando nos echamos la culata al hombro, le corremos la mano y, con más o menos destreza, arrojamos el lance. Además, es una excelente oportunidad para crear afición. Los noveles deben saber qué es pasar penurias en la caza, pero de vez en cuando gusta muchísimo darle al gatillo y divertirse a lo grande.

Requisitos administrativos

Este tipo de sueltas se realizan en unas áreas definidas en el plan técnico del coto como «escenarios de caza». La solicitud de dicho escenario deberá hacerse mediante una inclusión en el plan técnico correspondiente y, generalmente, sólo podrá haber un ‘escenario’ por coto. La normativa nos dice que su extensión máxima será de 25 hectáreas, separado como mínimo 500 metros de los linderos del coto y debidamente señalizado. El periodo para realizar las tiradas abarca todas las fechas hábiles de caza y se prolonga hasta finales de marzo o abril, según comunidades.

Elección y preparación del escenario de caza

cobradoEl cerro ideal para estas tiradas será redondeado, con algo de mesa en lo alto, pendiente moderada –para que ni los pájaros vuelen muy alto al pasar por las posturas ni que los tiros supongan peligro a los que están soltándolos– y con pocos árboles o pelado, despejando así tentaciones de posadero a las piezas soltadas.

El número de posturas vendrá en función de la topografía del cerro y la distancia mínima de seguridad entre puestos: será de 50 metros. Se dispondrán abarcando todo el perímetro del cerro elegido, de tal forma que todos estén en línea con el de al lado y que la zona de suelta se vea lo menos posible. Es aconsejable el uso de pantallas laterales como la de los ojeos que nos impidan encañonar al puesto vecino y protegernos de posibles ráfagas.

En el puestoEn cuanto al puesto en sí, una pantalla de lona verde, con perforaciones para evitar el ‘efecto vela’, sujeta por dos estacas y de metro y medio de alto será suficiente para ocultarnos tras ella, pacientes, hasta que nos cumpla la pieza. Al lado del puesto podemos disponer un esportón o saco donde ir echando las vainas vacías y la caza acumulada. Así facilitamos su posterior recogida. La zona de los soltadores deberá ser segura y cómoda. Si por seguridad resulta necesario protegerla con planchas metálicas, dejaremos un espacio amplio para movernos y lanzar los pájaros hacia todos los puestos.

¿Qué piezas suelto?

Preparado para soltar

Las tiradas más usuales son las mixtas de faisanes, perdices y palomas. Son muy divertidas, ya que ofrecen distintas combinaciones de lances y, al menos de Madrid para abajo, la única oportunidad de abatir un faisán. Resulta espectacular. Una suelta de 100 faisanes, 150 perdices y 250 palomas es perfecta para unos 14 puestos. Las tiradas exclusivamente de zuritas también son muy divertidas, pero exigen más pericia. A la hora de elegir los pájaros será fundamental confiar en granjas cuyos pájaros vuelen bien; de modo contrario, la tirada resultará desastrosa y desesperante. Es aconsejable enjaular el mismo día de la tirada, así no se entumecerán demasiado. El éxito de la tirada depende casi por completo de cómo vuelen los pájaros.

El precio de las piezas oscila según especie y periodo de la temporada. Al finalizar ésta son más caras ya que el mantenimiento y la mayor demanda de mercado aumentan su precio. Es de obligado cumplimiento que todas las aves procedan de granja y vengan acompañadas de su guía correspondiente.

Así se lleva a cabo la tirada

el taco

Con todo preparado, comienza la función. Lo primero, y tras el desayuno, es el sorteo de puestos. Los pájaros tienen tendencia a volar hacia una u otra zona en función del viento, de la pendiente y de lo que vean en el horizonte, resultando por tanto unas posturas más querenciosas que otras: por este motivo son necesarias las rotaciones entre éstas. Se harán según aviso de los lanzadores y habrá tantas como para recorrer todos los puestos. En cada cambio de puesto se cobrarán las piezas y se acumularán para facilitar su recogida. Como manda la tradición, cuando se hayan rotado la mitad de los puestos se hará una pausa para echar el taco. Con tanta adrenalina descargada y tanto calentón de hombros y mejilla hay que reponer fuerzas y calmar el hambre: con el estómago lleno se tira mejor.

Finalizada la tirada, a la organización le toca recoger, postura por postura, las piezas cobradas, desmantelar los puestos y cuidar de que no queden vainas ni basura alguna en el campo. Comprobaremos lo ‘finas’ que han estado las escopetas al formar el tapiz de piezas y repartir equitativamente los lotes de pájaros por puestos. Si uno no ha estado muy bien, lo disfrutará de igual manera en la olla.

Así debe de ser el escenario:

 organiza una tirada

Gran parte del éxito de la tirada depende del escenario en el que se desarrolle, que debe reunir las siguientes características:
Cerro redondeado con algo de mesa –para la suelta– y una pendiente suave.
Puestos camuflados tras una lona o aprovechando la vegetación de la zona.
Ausencia de árboles o posaderos entre el soltador y el tirador.
 

El equipo: no te olvides de nada

plantel y foto de familiaEn este tipo de pruebas cinegéticas se dispara mucho, por lo que además de tener un buen hombro que lo soporte debemos elegir el equipo adecuado. Las escopetas paralelas ofrecen un tiro precioso y son, a mi modo de ver, muy manejables, pero en cambio tienen mucho más retroceso que las repetidoras. Depende también de la cartucho que tiremos, que será de 32 ó 34 gramos como mucho y con munición del 6 al 7,5. El calibre 20 es una buena opción, más ahora que podemos encontrar cargas de hasta 32 gramos. JyS