La entrada en vigor del Real Decreto 666/2023, que regula la distribución y prescripción de medicamentos veterinarios, ha generado una fuerte controversia entre los profesionales del sector y los propietarios de animales. La normativa busca frenar las resistencias antimicrobianas, pero sus efectos colaterales están causando situaciones angustiantes para quienes necesitan medicar a sus mascotas con urgencia.
El caso de Nadja Jémez y su perra recién operada
Nadja Jémez, influencer e hija del exfutbolista Paco Jémez, compartió en redes sociales su lucha para conseguir los antibióticos que su perra necesitaba después de una cirugía. Su veterinaria tenía el medicamento en la clínica, pero no podía entregárselo debido a la nueva normativa. Confiando en que podría comprarlo en una farmacia, Nadja se topó con otro obstáculo: el pedido tardaría entre cuatro y cinco días en llegar.
Ante la desesperación, recorrió farmacias de Galicia sin éxito, hasta que una farmacéutica le hizo un favor personal y logró conseguir el medicamento. Sin embargo, la influencer destacó otro problema: el incremento del IVA, que pasó del 8% al 21%, y la obligación de comprar envases completos en lugar de las pastillas necesarias, encareciendo significativamente el tratamiento.
@nadiajemezro NO! A la prueba con antibióticos predeterminados por el gobierno con los que los veterinarios no están de acuerdo. NO! Al 21% de IVA en servicios y medicamentos veterinarios. NO! A hacer esperar a nuestros animales días para un cultivo innecesario. NO! al impedimento de que tu veterinario te pueda vender los medicamentos. NO! A hacer campaña política con la vida de nuestras mascotas. #veterinario #decreto #mascotas ♬ sonido original – Nadja Jemez
El sistema PRESVET y los retrasos fatales
La normativa impone a los veterinarios registrar cada receta en el sistema telemático PRESVET y realizar cultivos microbiológicos antes de prescribir ciertos antibióticos. Aunque esta medida pretende garantizar un uso racional de los medicamentos, en casos de infecciones graves puede ser fatal.
Un ejemplo doloroso es el de Selva, una perra Jack Russell que falleció en Galicia tras ser mordida por otro perro. La espera del antibiograma retrasó el tratamiento, y la mascota murió por sepsis antes de recibir el antibiótico adecuado.
Impacto en los veterinarios y dueños de mascotas
Los veterinarios también denuncian una sobrecarga administrativa. Registrar cada prescripción y gestionar los cultivos aumenta los tiempos de atención y los costos para los propietarios, quienes no solo pagan más por los medicamentos, sino que también enfrentan tarifas más altas por las gestiones adicionales.
A pesar de las protestas del sector veterinario y de las quejas de los dueños de animales, la ley sigue vigente, generando incertidumbre y temor ante situaciones de emergencia. Mientras tanto, casos como los de Nadja Jémez y Selva continúan poniendo de manifiesto la necesidad de encontrar un equilibrio entre el control sanitario y el acceso inmediato a tratamientos vitales.
Un equilibrio necesario para la salud animal
La regulación para combatir las resistencias antimicrobianas es esencial, pero también lo es garantizar que los animales reciban los medicamentos que necesitan a tiempo. Los expertos instan a revisar ciertos aspectos de la ley para agilizar la dispensación en casos urgentes, evitando que más mascotas sufran o incluso pierdan la vida debido a demoras burocráticas.
La comunidad veterinaria y los propietarios de mascotas esperan que las autoridades escuchen sus voces y ajusten la normativa para proteger no solo la salud pública, sino también la vida de los animales que dependen de un acceso rápido y efectivo a los tratamientos.