¿Sabes cómo es la sensación de ir metido en medio de un bando de torcaces? El siguiente vídeo muestra cómo un dron se cuela en medio de un bando de palomas torcaces. La sensación es única porque el cazador puede sentirse como una más de ellas.
En nuestro país las palomas torcaces se concentran a finales de otoño e invierno, llegando a causar graves problemas en algunas zonas adehesadas por la gran cantidad de bellotas de las que se alimentan, esquilmando los encinares destinados al apreciado cerdo ibérico.
En algunos países de Europa se la considera plaga, dado que los grandes bandos en los que llegan a reunirse provocan cuantiosos daños a ciertos cultivos agrícolas. Es quizás por esta razón por lo que las investigaciones se dirigen más a la tarea de cómo ‘acabar’ con ellas que a preservarlas, al menos en la mayor parte del Viejo Continente. Además, en los últimos años se ha sugerido que juega un papel importante en la transmisión de la tricomoniasis, una enfermedad típica de las palomas que está repuntando en los últimos años y que pone en jaque a las poblaciones.
Paloma torcaz: así están cambiando sus rutas migratorias
Se calcula que entre dos y tres millones de ejemplares cruzan cada año los Pirineos para tomar un pasillo central que atraviesa la Península Ibérica de noreste a suroeste y así pasar el invierno en zonas como Extremadura, Andalucía, la cuenca del Tajo o el Alentejo portugués. Otras muchas eligen las vías marítimas, como te explicamos en este completo artículo.
El cambio climático y las infraestructuras que el hombre levanta en el medio natural son dos de los factores que en los últimos años están modificando los pasos de las torcaces que llegan a nuestro país. Incluso muchas de ellas deciden no migrar, aumentando el número de las sedentarias.
Los pasos tradicionales españoles arrancan tras los pirenaicos de Urrugne, Sare, Arnegui, Banca, Iraty y costa catalana. Las torcaces llegan principalmente de Rusia y Alemania por el noreste o el norte del Macizo Central francés. Después están las grandes rutas de Finlandia, Noruega, Suecia y los países bálticos por un eje más nórdico que atraviesa el centro de Francia. En octubre, si los aires son fuertes del sur, tienden a seguir la ruta por Guipúzcoa; si son del norte y fríos, por Navarra.
El cambio climático y la migración de la torcaz
El calentamiento global trae consigo inviernos suaves con temperaturas casi primaverales y predominio de los vientos del sur, ocasionando que muchas no migren –como constata el aumento de las sedentarias en las ciudades– o un retraso en la migración, buscando rutas alternativas para protegerse a lo largo de los Pirineos en las zonas menos afectadas por el viento de cara, como es la parte más occidental de la cadena migratoria, en concreto, la zona de la costa vasca; incluso se está observando una nueva ruta por el mediterráneo catalán.
Este predominio del viento del sur hace que se desplacen hacia una ruta por la costa noroeste: hay años que se observan bandos por Cantabria y Galicia que luego bajan por la costa de Portugal hacia las dormidas de Pinheiro.
Otra explicación a este cambio es el aumento de parques eólicos en los collados de los montes donde se encuentran los pasos que generan brutales campos magnéticos, lo que obliga a las palomas a buscar desbocadamente otras rutas migratorias para esquivar estas instalaciones.