Durante nuestras vidas vamos aprendiendo e interiorizando conceptos que, poco a poco, acabamos utilizando con naturalidad en nuestro día a día. Algunas de ellas, incluso, las asimilamos tan inconscientemente que ni siquiera nos planteamos su procedencia. Por ello, en esta ocasión vamos a conocer el origen del término ‘sniper.

Hacemos uso de dicho término para referirnos a los francotiradores, esos que han sido entrenados para acertar a objetivos desde posiciones ocultas y a largas distancias.

A día de hoy, la palabra sniper está muy extendida, pero no todos saben de dónde proviene. Su origen parece remontarse a mediados del siglo XVIII y la acuñó por primera vez el ejército británico en la India.

Allí, las tropas daban caza a la agachadiza (Gallinago gallinago), un ave a la que debido a su pequeño tamaño, velocidad y errática trayectoria resulta muy difícil acertar en pleno vuelo. Quienes conseguían disparar con éxito a un snipe o agachadiza en vuelo se les llamaba snipers.

Agachadiza común. ©Shutterstock
Agachadiza común. ©Shutterstock

Su uso en la Primera Guerra Mundial

Pese a ello, hay que esperar hasta la Primera Guerra Mundial para conocer el momento en el que el término se utilizó para referirse a un francotirador. En ese periodo, el ejército alemán lideró el campo de batalla en cuanto a la incorporación de francotiradores a sus tropas.

La misión de estos era acabar con la vida del enemigo de un único disparo estando en una buena posición. Según se decía, los del ejército alemán eran especialmente eficaces. Los soldados británicos se referían a ellos con el nombre de sniper.

Tuvo que pasar algún tiempo para que, pese a la clara ventaja de los alemanes, el ejército británico hiciera lo mismo y pusiera en marcha sus propias escuelas de francotiradores. Tanto es así que incluso ya en la Segunda Guerra Mundial los germanos contaron con esa ventaja.


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Esto se debía, en gran parte, a que la alianza germano-austriaca dio lugar al desarrollo de lentes de gran calidad en algunas de las primeras miras telescópicas.

Los estadounidenses tardaron aún más tiempo en sumarse al uso de francotiradores y, de hecho, no existió un curso oficial durante toda la Segunda Guerra Mundial. Fue en la Guerra de Vietnam, en el año 1968, cuando Estados Unidos inició el primero de ellos.

Es de gran relevancia destacar que, a lo largo de toda la historia, la muerte de francotirador más larga confirmada la registró Craig Harrison, cabo de los Blues and Royal, un regimiento de caballería del ejército británico. El récord se marca en 2.475 metros.