Científicos del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA), parte del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), han descubierto que ciertos animales domésticos podrían estar transmitiendo tuberculosis a los humanos en Cataluña. El estudio, realizado en colaboración con el Hospital Universitario Vall d’Hebron y el National Veterinary Services Laboratories (NVSL) de Estados Unidos, ha analizado 365 secuencias del genoma completo de las bacterias Mycobacterium bovis y Mycobacterium caprae, aisladas tanto en pacientes humanos como en animales entre 2005 y 2023.

Los resultados revelan que en 5 de los 42 casos de tuberculosis humana analizados, las bacterias responsables presentaban una relación filogenética directa con las aisladas en rebaños de ganado. Específicamente, un caso estaba vinculado a bovinos, otro a ovinos y tres a cabras. Esta evidencia confirma que la tuberculosis zoonósica, es decir, la que se transmite de animales a humanos, es una realidad en la región.

La transmisión a humanos, un riesgo latente

Los investigadores advierten que los animales infectados representan un riesgo para las personas que trabajan en contacto directo con ellos, como ganaderos y veterinarios. Sin embargo, señalan que la tuberculosis zoonósica suele estar infradiagnosticada, ya que no siempre se identifica la bacteria específica que causa la infección ni se realizan los análisis necesarios para relacionar los casos humanos con los brotes en animales.

«Identificar correctamente los agentes infecciosos y establecer relaciones filogenéticas entre los aislamientos es fundamental para la investigación epidemiológica de la enfermedad, para romper las cadenas de transmisión y para garantizar un tratamiento adecuado de los pacientes», destacan los autores del estudio.

El papel de la cabra en la propagación de la tuberculosis

Un pastor junto a sus cabras. © Shutterstock

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio fue la alta frecuencia de transmisión asociada a los rebaños de cabras. De los cuatro pacientes humanos infectados con M. caprae, tres presentaban una clara relación genética con cepas detectadas en rebaños caprinos de Cataluña, mientras que el cuarto caso correspondía a una persona no residente en la región.

Estos resultados refuerzan la necesidad de implementar programas de control de tuberculosis en pequeños rumiantes, un aspecto que hasta ahora ha recibido menos atención que el control en bovinos. Los investigadores insisten en que la cabra podría ser un reservorio clave de la enfermedad, y sin medidas preventivas, el riesgo de transmisión a humanos seguirá presente.

La vigilancia epidemiológica, clave para el control

El estudio también pone de manifiesto que los sistemas tradicionales de vigilancia podrían estar subestimando el verdadero alcance de la tuberculosis zoonósica. La implementación sistemática del análisis filogenético de los aislados bacterianos, tanto en humanos como en animales, permitiría detectar transmisiones que de otro modo pasarían desapercibidas.

Enfermedades como la tuberculosis muestran cómo la genómica se ha convertido en una herramienta esencial para rastrear posibles cadenas de transmisión y prevenir la propagación de brotes. Los autores subrayan que mejorar la coordinación entre las autoridades de salud pública y sanidad animal es imprescindible para implementar medidas de vigilancia y control más efectivas.

Este estudio aporta nueva luz sobre las dinámicas de transmisión de la tuberculosis en Cataluña, alertando sobre la importancia de proteger la salud humana y animal mediante enfoques integrados de One Health. Sin duda, se trata de una investigación que abre la puerta a nuevas estrategias de prevención y control de esta enfermedad milenaria que sigue desafiando a la ciencia y la medicina moderna.

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