El 2 de enero los Agentes Rurales de Cataluña denunciaron a dos cazadores que hacían una batida en Castellar de n’Hug (Girona) y que habían traspasado por tan sólo 20 metros el límite del Ripollès, mientras ésta estaba con un cierre perimetral.

La Federación de Caza de Girona cree que estas acciones contribuyen a dar una mala imagen del colectivo y ha pedido comprensión a los agentes rurales a través de un comunicado, asegurando que «los agentes rurales hicieron pública su intervención con una información que obviaba datos esenciales».

La Territorial de Girona ha comprobado que la batida celebrada el sábado día 2 de enero entre los términos municipales de Gombrèn (Ripollès) y Castellar de n’Hug (Berguedà) contaba con todos los permisos en regla. Según ha hecho público, las dos personas denunciadas residen en la Selva pero estaban inscritas como corresponde a la batida ya que pagan el pase anual de las áreas de caza y llevaban toda la documentación encima, tal y como constataron los agentes rurales que los denunciaron.

Denunciados por traspasar el cierre perimetral 20 metros

El motivo de la denuncia radica en que estas dos personas estaban en término municipal del Ripollès cuando se les detuvo. Un extremo que es cierto, tal y como asegura la Federación de Caza de Girona, quien recuerda que «en el momento de la denuncia el GPS marcaba que habían cruzado el límite del término por poco más de 20 metros».

«La denuncia y la difusión de los agentes rurales nos parece excesiva en un entorno natural donde se hace difícil encontrar las delimitaciones y un exceso de celo en la atribución de sus funciones», ha declarado la federación en un comunicado.

Fuentes federativas aseguran que las dos personas que llegaron a este punto lo hicieron por un problema de orientación de la zona «ya que quedaron en una carretera sin salida para atravesar un curso fluvial que marca el límite entre Berguedà y Ripollès. Un hecho que pasó, precisamente, para que los cazadores aplican protocolos antiCovid y se reparte a la gente en grupos burbuja para evitar el riesgo de contagio».

Los agentes rurales le requisaron las armas

Además, la Federación denuncia que los Agentes les requisaron las armas de caza «por una infracción que nos parece del todo menor viendo otros casos flagrantes. De hecho, la Generalitat muestra más consideración hacia fiestas ilegales de Año que hacia a dos cazadores que habían roto por un error de orientación el confinamiento comarcal por tan sólo 20 metros».

«Lamentamos la forma en que los agentes rurales explican el caso y obvian parte de esta información en sus comunicaciones. Les pedimos comprensión en estas actividades en el entorno natural y que procedan a la devolución de las armas a sus propietarios», concluye el comunicado.