La Fundación Oso de Asturias, Otea y la Fundación Oso Pardo han desarrollado una guía didáctica y el decálogo dirigidos a los visitantes y turistas, para aconsejar cómo practicar un ‘Turismo responsable en territorios oseros‘. En las publicaciones se recogen las pautas de comportamiento que se deben adoptar cuando se visitan zonas oseras.
Las informaciones serán distribuidas por Otea en su red de establecimientos para fomentar la unión del turismo con la fauna y que los turistas sepan comportarse en caso de encuentro fortuito, además de no importunar a las poblaciones oseras de la zona.
Consejos a seguir en zonas oseras
- Informarse sobre cómo están regulados los usos, respetar la señalización y caminar por las zonas autorizadas. Es ilegal, además de peligroso, acercarse a la fauna salvaje para su observación y fotografía.
- Los paseos deben realizarse de día y nunca solos, utilizando los caminos principales, haciéndose notar y sin entrar nunca en senderos marcados por la fauna. En caso de detectar huellos de oso no hay que seguirlas.
- Se deben respetar los pastos, cierres de fincas, el ganado, los perros de trabajo…, y, por supuesto, a todas las personas que viven en el territorio, así como sus labores.
- Nunca hay que dejar restos de comida ni basuras en el monte, ya que los osos y otros animales pueden aprender a relacionar la presencia humana con zonas de alimentación, lo que puede suponer un riesgo para la fauna y para las personas.
- Si se pasea con perros, es necesario llevarlos atados y en los espacios protegidos, es obligatorio, ya que además de poder molestar a la fauna silvestre o doméstica, si se encuentran con algún animal, pueden buscar refugio junto a sus dueños, y lo atraerán hacia ellos.
Qué hacer si te encuentras un oso cerca:
- Cuando el animal no ha detectado a las personas, lo mejor es retirarse con tranquilidad, sin correr, ni ruidos o voces que le puedan alertar.
- Si es el oso el que detecta a las personas, hay que hacerse notar sin perderle de vista, hablando alto y con seguridad, sin gritos y aspavientos, ni dirigirse hacia él. Si le facilitamos vías de escape, huirá.
- Cuando se trata de una osa con crías, hay que dejar espacio para que las reúna y huya. Nunca hay que intentar acercarse.
- Si observamos un osezno a corta distancia, nunca se debe intentar atrapar. Es posible que la madre no esté lejos y acuda a defenderlo.
- Cuando un oso se alza sobre las patas traseras, lo hace para detectar mejor a las personas, en ningún caso debe considerarse una amenaza.
- Si un oso está comiendo, hay que alejarse, ya que puede reaccionar de forma agresiva para defender su comida.
- Cuando los osos caminan por una carretera o una pista transitable, hay que reducir la velocidad, o incluso parar y encender las luces de emergencia para que el animal entre con tranquilidad al monte.
- En muy raras ocasiones un oso puede dirigirse a nosotros, a veces simulando a la carrera un “ataque” antes de dar la vuelta. Si por alguna razón llega a nuestra altura, debemos tumbarnos en posición fetal, protegiendo la nuca y la cabeza.
Así han sido los 10 ataques de oso a humanos registrados en España desde 1999
El pasado mes de mayo, un oso pardo atacó a Carmen, una mujer de 75 años que daba un paseo por una carretera de su pueblo, Sonande (Asturias). El ataque del plantígrado se produjo las 21:30 horas, cuando caminaba con sus familiares. Tras el suceso, algunos medios de comunicación españoles llegaron a afirmar que se trataba del primer ataque de oso en nuestro país en décadas, algo que no es cierto ya que, aunque no ha habido ataques mortales, sí que se han contabilizado hasta nueve ataques de oso en los últimos treinta años. Estos son los datos.