Con la primavera ya avanzada y la caza del corzo ya iniciada, los cazadores no paramos de revisar las aplicaciones meteorológicas de nuestro smartphone, con la mirada puesta en el cielo. Tras el tiempo casi veraniego que ha estado presente en gran parte de la península ibérica durante la Semana Santa, de nuevo llegará el frío a nuestro país en los próximos días, ya que se acerca una nueva DANA que dejará precipitaciones, especialmente en la zona del Mediterráneo.

«En las próximas horas ya notaremos algunos cambios debido a que se irá aproximando una vaguada desde el Atlántico», exponen desde la web especializada Meteored. A partir del mediodía el viento rolará a norte en la vertiente cantábrica, donde las lluvias tenderán a extenderse y generalizarse, con nieve en la cordillera Cantábrica a partir de unos 1200-1600 metros. Por la tarde las nubes crecerán con fuerza en el Pirineo, centro e interior de la mitad este (podrían alcanzar puntualmente el litoral), donde se esperan algunos chubascos y tormentas de carácter irregular, añaden desde la citada web.

Este martes la vaguada «se elongará y se intensificará el flujo del norte-noreste en la mitad septentrional», añade Meteored. El descenso térmico «será notable en casi toda la península y Canarias» y los valores diurnos bajarán entre 6 y 12 ºC respecto al día anterior, aunque seguirá haciendo bastante calor en la mitad oriental del archipiélago canario, mientras que en el extremo sureste y en Baleares no cambiarán o incluso subirán ligeramente en algunas zonas.

De este modo, en casi toda la península se esperan chubascos y tormentas, que serán localmente fuertes en el centro, este y norte peninsular. Tendrán un carácter muy irregular, sin llegar al extremo sur. La cota de nieve se desplomará por debajo de los 1000 metros al final del día en zonas de montaña de la mitad norte, indica la web especializada.

A partir del miércoles, a inestabilidad se irá trasladando de oeste a este, con chubascos generalizados. Las nevadas serán de cierta entidad en el Ibérico Norte, Sierra Nevada y en las Béticas, y también en los sectores mejor expuestos de la cordillera Cantábrica, Pirineos y del sistema Central.