Estamos a las puertas de una nueva temporada de corzo, posiblemente una de las especies de la fauna de nuestro país que más pasiones levanta entre los cazadores. Si tienes la inmensa fortuna de contar un coto arrendado y un buen puñado de precintos, presta atención a los siguientes tips. Con ellos, los corzos de tu acotado estarán cuidados y protegidos.

1. Crea puntos de agua para que los corzos beban

Es recomendable que nuestro coto de caza cuente con, al menos, un punto de agua por cada 50 hectáreas de superficie. Estos puntos podrán ser pantanetas, balsas, abrevaderos artificiales fijos o móviles, manantiales naturales recuperados… distribuidos por el monte de la mejor forma posible.

Limpiaremos con una azada la entrada al punto de agua, eliminando aquellos arbustos, ramas, piedras y otros elementos que dificulten la entrada al corzo para beber.

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2. Suministra bloques de sal

Los colocaremos de manera excepcional en terrenos con suelos pobres en sales. Se ubicarán en zonas de ecotono entre bosque y pastizal, colgados de las ramas de un árbol a un metro de altura.

Es importante que el bloque esté atado al árbol para evitar su caída al suelo, lo que provocará su disolución afectando a las raíces del árbol.

3. Instala comederos para corzos

Como norma general, si la densidad es adecuada al medio, no se realizarán suplementaciones alimenticias. Tampoco aportaremos comida si estamos realizando cultivos de apoyo.

Tan sólo tendrán sentido en cotos con alta densidad o escasa calidad para potenciar una mínima población y sólo excepcionalmente al final de la primavera o durante el verano, o por condiciones climatológicas extremas como las grandes nevadas sufridas el pasado mes de enero en gran parte del tercio norte peninsular.

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4. Valla los pastos

Aprovecha superficies de monte o cultivo abandonadas que ya sustenten pastizales naturales o los hayan mantenido hasta hace poco por la proliferación de matorral, etc.

Potenciaremos su mantenimiento a partir de ahora combinando el vallado con la realización de desbroces selectivos y la instalación de un bebedero, un comedero –si fuera necesario– y bloques de sal. Si hay presencia de ganado o ciervo en la finca es preciso vallar con permeabilidad exclusiva para el corzo.