La caza del zorzal común (Turdus philomelos) es una de la que más pasiones levanta en toda Europa. En estos días en los que el invierno aprieta estas pequeñas aves migratorias se lanzan a buscar alimento como locos, por lo que es una extraordinaria ocasión para ir a por ellos. No te dejes engañar por su aspecto endeble: hacer una buena percha de zorzales no es una tarea nada fácil.

Localiza el paso de los pájaros

El objetivo es localizar el paso desde su dormidero, que suele ser la falda de una sierra, hasta el olivar. Y el otro, el que hace desde el comedero diurno en busca del reposo en la arboleda alta nocturna. La intensidad y dirección del viento también determinarán que pasen a tiro o no.

El éxito reside en tirarles sin que recelen: para ello, la distancia entre las escopetas y los comederos naturales ha de ser amplia, incluso dejando pasillos sin cubrir para que puedan entrar y salir sin sentirse presionados. Si no lo haces así es muy probable que los zorzales pasen muy altos o alejados de tu postura por lo que tendrás lances casi imposibles de culminar con éxito.

Marca una distancia de tiro fija

Afrontarás los lances en posiciones muy variadas y a diferentes distancias y velocidades, por lo que te aconsejamos fijar una distancia de tiro y no disparar a los que pasen fuera de ella para evitar perder aquellos tocados que serán imposibles de cobrar y, de paso, no espantar a otros que sí podrían entrar en el radio de acción elegido –entre 25 y 30 metros–. En el disparo, al igual que en la mayoría de los lances cinegéticos, es aconsejable adelantar un poco en lugar de quedarnos cortos.

Carga un cartucho justo

Bastará una munición ligera, de 28 o 30 gramos, con perdigón del 9 si los tiros no son muy largos y se pueden cobrar bien y del 8 si necesitamos un impacto más efectivo: evitaremos perder las piezas que han caído tocadas. También ha de ser rápido, pues tendremos que realizar tiros instintivos: siempre van más deprisa de lo que parece.

Usa el arma adecuada

Por su errático vuelo y los cambios de las condiciones atmosféricas lo ideal es contar con varios chokes para intercambiarlos según la altura a la que pasen. Si tu semiautomática es de chokes fijos elige un cierre intermedio de 3 estrellas; con dos cañones, de 4 y 2 estrellas si los zorzales pasan cerca; y de 3 y 1 para disparos largos.

Una anécdota para el recuerdo

Considero que el tiro más espectacular es el que no te esperas, el que te sorprende o el que consideras que no podrás repetir. Hace unos años el guarda me encargó cazar un conejo para guisarlo con patatas. Con mi hijo, no tardamos en ponernos manos a la obra. Nos sentamos en la ladera de un barranco justo enfrente de las madrigueras de los orejudos.

Al poco asomó un medio conejo, ideal para la cena. Apunté con cuidado y disparé. Mi hijo salió a la carrera ladera abajo, gritando: «Ya cobro yo el zorzal». Ante mi sorpresa, volvió con uno de estos pequeños pájaros del fondo del barranco. En el momento de dispararle, un zorzal, en su vuelo rasante hacia el dormidero, tuvo la mala suerte de entrar en la zona de tiro. Esa noche cenamos patatas con conejo… y un pequeño zorzal.

Y es que no hay nada como compartir tu afición cinegética con tu hijo, como en el siguiente vídeo.

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