El cazador murciano Antonio Canales ha denunciado a través de su cuenta de Facebook -y también en palabras a este medio- lo que le ocurrió el pasado fin de semana durante una montería celebrada en las cercanías de la localidad almeriense de Purchena. Este se encontraba en su puesto en plena jornada cinegética cuando varios agentes de la Guardia Civil y de Medio Ambiente aparecieron en su puesto para realizar un control de alcoholemia.

Según relata Canales, agentes medioambientales y de la Guardia Civil acudieron a su puesto en mitad de una montería para realizar un control de alcoholemia: «Estaba puesto en el sitio asignado, pegué el primer tiro, y llegó una prueba de alcoholemia y documentación», señala sobre cómo los agentes de la autoridad ‘se colaron’ en el lugar en el que ya se estaba cazando.

«Legalidad sobre esta acción, tengo mis dudas. Una vez empezada una acción de caza, cualquier interrupción en la mancha a cazar puede suponer el completo fracaso de la misma», añade. Y denuncia: «el Estado opresor español y los anticaza cada vez están más presentes en todos lados».

«Entiendo su actuación, pero no comparto el momento ni el lugar»

El montero aplaude la medida, pero no comparte el modo en el que se ha llevado a cabo: «Entiendo su actuación, pero no comparto el momento ni el lugar», ha escrito. «Por supuesto soy un cazador serio y responsable, tenía la documentación correcta y con las armas 0,0 de alcohol y drogas», ha añadido. Por último ha añadido mostrando una foto de su arma junto a la boquilla del alcoholímetro: «Gracias a la patrulla del SEPRONA y los agentes medioambientales, cada día tengo más claro que la caza acabará desapareciendo. Entre opresores y estafadores, la caza no tiene futuro alguno en España».

El uso y porte de armas de fuego bajo los efectos del alcohol supone una infracción grave

Recordamos que, según el Real Decreto 137/1993, de 29 de enero por el que se aprueba el Reglamento de Armas, el uso y porte de armas de fuego bajo los efectos del alcohol supone una infracción recogida en su artículo 147: «Queda prohibido portar, exhibir o usar las armas, bajo los efectos de bebidas alcohólicas, estupefacientes, psicotrópicos u otras sustancias análogas».

En Andalucía concretamente, según la Ley 8/2003, de flora y fauna silvestre y el Decreto 126/2017 por el que se aprueba el Reglamento de Caza, este hecho se establece como infracción grave y, en el caso de presentar una tasa de alcohol en sangre superior a 0,25 mg/l de aire espirado, sería una infracción muy grave sancionada con multas de 601 a 4000 euros y anulación de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla por un periodo comprendido entre tres y cinco años. De hecho, en las últimas semanas se han realizado varios controles en esta comunidad autónoma, si bien no se tenía constancia de haberse llevado a cabo en mitad de una montería.