La irrupción de las redes sociales y su incontrolable alcance hacen que hoy, más que nunca, debamos ser muy pulcros a la hora de tomar fotos con nuestras piezas: cuidar nuestra imagen es cuidar la de la caza en general. 

6/11/2018 | Redacción JyS 

Ten en cuenta el entorno

fotos de caza
Foto: Ángel Vidal.

Si es posible, toma la foto en el lugar donde cazaste el animal. Si cobras tu cochino o corzo con poca luz o cuando ya ha caído la noche, tómate tu tiempo para colocarlo sobre un fondo libre de coches, estructuras artificiales… Intenta que sea lo más natural posible. No te fotografíes con él en la parte trasera de un remolque o un pick-up. Lo ideal es que la escena se componga de cazador, pieza y entorno natural. Todo lo demás, sobra.

Cuida ‘el estilismo’

Eres cazador, no el carnicero de Boston. Evita las fotos de vísceras y lávate las manos antes de posar. La sangre es algo intrínseco a la caza pero no por ello hay que mostrarla de forma explícita. Los cazadores podemos entender estas imágenes, pero recuerda que las redes sociales trasciende el ámbito íntimo de nuestra actividad para llegar a un público alejado de ella. Cuidar tu imagen es cuidar la imagen de la caza en general.

Respeta su dignidad

Una vez que el animal se encuentra en el escenario idóneo debemos conseguir que adopte una postura lo más natural posible –nunca con las articulaciones colocadas como en un fallido ejercicio de contorsionismo–. Quieres un recuerdo, una instantánea que te traslade a un momento inolvidable de tu vida y que poder compartir en las redes sociales con tus amigos y seguidores, no un fotograma de una mala película de terror gore. Evita aquellos planos que muestren orgías de sangre y vísceras o las truculentas salidas de la bala. Busca una posición del animal que oculte las lesiones o cúbrelas con unas palmas de abeto, unas hojas, un poco de nieve… En muchos países de Europa colocan los animales abatidos de forma muy respetuosa adornándolos de hojas y verde en un ritual de respeto. Tenemos cosas que aprender de nuestros vecinos. Por último, presta atención a su cara: evita las expresiones de dolor o sufrimiento, limpia de sangre su hocico, introduce de nuevo su lengua en la boca y, si es posible, cierra sus ojos.

Incluye tu arma en el plano

fotos de caza
Foto: Pedro Ampuero.

A muchos cazadores no les gusta mostrar su rifle o escopeta cuando es un elemento que ayuda a contar la historia del lance, de la aventura que tuvo lugar antes de tomar la foto. Dicho esto, hazlo siempre con cierto criterio estético. Apoyar un rifle abierto sobre el lomo de un gran cochino es bonito; tirar de las orejas de un jabalí con el arma colgada a modo de bandolera, no, y además es una falta de respeto.

Nunca te sientes encima del animal 

Es un gran manera de arruinar una foto de caza. Olvídate de colocar tus posaderas a lomos de la pieza, no es un taburete sobre el que descansar. Se merece respeto, así que colócate por detrás de ella y trata de tocar lo justo y necesario. Por cierto, no tocar no significa que debas colocarte a tres metros de distancia del animal: todos sabemos jugar con la perspectiva y vas a quedar como un fantoche. No, no es necesario. 

El consejo: evita el flash

A no ser que tomar la foto con luz de día resulte imposible, guarda los fogonazos para otra ocasión. Excepto si eres un profesional de la fotografía, lo más probable es que el flash ilumine en exceso alguna zona y ensombrezca otras: el objetivo es conseguir la mayor naturalidad posible. La luz artificial aportará además un brillo siniestro en los ojos del animal.

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